La intención de la Xunta de velar en el próximo curso escolar por la “neutralidad ideológica” en las actividades complementarias, sin concretar cómo se realizará, movilizó a docentes, sindicatos y padres, que creen que instrucciones de esas características semejan una suerte de censura.

El revuelo comenzó cuando el miércoles el conselleiro de Educación, Ciencia, Universidades y FP, Román Rodríguez, presentó las directrices que regularán el marco normativo del curso 2025-2026 a la junta autonómica de directores, y aunque aseguró que las normas habían sido bien recibidas por el colectivo, no han tardado en llegar las críticas hacia las indicaciones para las charlas y excursiones que se realicen en los centros educativos.

Desde entonces, numerosos  docentes han mostrado su malestar al entender que esto podría suponer una merma en su libertad y autonomía, que hasta ahora les permitía elegir los contenidos y los métodos pedagógicos, dentro del marco legal y del proyecto educativo del centro en cuestión, y que también se aplicaba a las actividades complementarias.

Además, reprochan que las limitaciones a la hora de organizar acciones más allá de la docencia ya se percibieron en algunos centros en los que durante el curso actual hubo avisos por parte de la inspección educativa sobre iniciativas relacionadas con Altri.

Pensamiento crítico

Román Rodríguez volvió a defender ayer la “neutralidad ideológica” para fomentar “el pensamiento crítico”, al comentar en Vigo que “en diferentes leyes orgánicas de ámbito estatal” se recoge ese “principio básico que es la neutralidad ideológica”. 

Según advirtió el conselleiro en la instrucción correspondiente esa neutralidad ideológica irá acompañada de “la potenciación de los valores constitucionales, del respeto a los diferentes, del pensamiento crítico y también la libertad individual”.

“Creo que todo eso es lo que nos ha permitido tener un marco de convivencia de altísima relevancia en Galicia”, afirmó y acotó que los gallegos son los alumnos de España “más respetuosos” con el medioambiente, con otras culturas o en lo que respecta a la igualdad de género. 

“Eso no es una inventada”, añadió el conselleiro, quien además observó que está recogido en informes como el PISA y en otros que comparan comunidades.