Más de 3.260 militares marcharon ayer por las calles de Santa Cruz de Tenerife en un desfile presidido por los reyes, que fue seguido de cerca por miles de ciudadanos.
Desde primeras horas de la mañana, las calles de la ciudad se llenaron de ciudadanos en una jornada de encuentro que pretende acentuar el conocimiento que la sociedad tiene de las Fuerzas Armadas y reconocer su labor.
Efectivos del Ejército de Tierra, Armada, Ejército del Aire y del Espacio, Unidad Militar de Emergencias, Guardia Real y Guardia Civil (un 13% de ellos mujeres), participaron en esta parada con un recorrido de 1.120 metros.
En esta ocasión, los ciudadanos no pudieron ver desfilar a los caballos que tradicionalmente escoltan al rey y los que conforman la agrupación montada, ya que se decidió que no participaran para evitarles el estrés que les supone el traslado desde la península.
A las 12.30 horas llegaron los reyes en coche y fueron recibidos por la ministra de Defensa, Margarita Robles, el jefe de Estado Mayor de la Defensa, almirante general Teodoro Esteban López Calderón y el presidente de Canarias, Fernando Clavijo.
El himno nacional y la salva de 21 cañonazos fueron secundados por aplausos y vivas a los reyes por parte de los ciudadanos apostados en la zona cercana a las gradas de invitados y en los balcones de los escasos edificios circundantes, algunos engalanados con banderas de España.
Don Felipe, vestido con el uniforme de gala de la Armada, pasó revista al Batallón de Honores y posteriormente los reyes saludaron a las autoridades civiles y militares, entre ellas, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.
Tras el izado de la bandera y el homenaje a los que dieron su vida por España, Felipe VI y doña Letizia, ya en la tribuna real, presenciaron el salto paracaidista por parte de la patrulla acrobática del Ejército del Aire (Papea) desde 1.000 metros de altura.
El primero en tomar tierra fue el cabo Iván García-Estrada, portando una bandera con el emblema del X aniversario de la proclamación del rey, al que minutos después siguió el cabo primero Francisco Vico, con la bandera de España de 24 metros cuadrados y 15 kilos de peso.
El vuelo de siete aviones C-101 de la patrulla Águila, dibujando en el aire con sus colores la bandera española, dio el pistoletazo de salida al desfile aéreo en el que participaron 45 aeronaves.
A continuación, desfilaron las unidades motorizadas, encabezadas por la Guardia Real, y compuesta también por blindados Leopard, carros de combate pizarro o camiones todoterreno. En total, 67 vehículos y 33 motos que dieron paso a la marcha a pie.
Como es habitual, las unidades más aplaudidas fueron la UME y la Legión, que en esta ocasión llevó para el desfile a la mascota ‘Camarón’, un macho cabrío de año y medio de pelaje marrón con manchas blancas.
Por otra parte, tanto el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, como el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, felicitaron ayer, en el Día de las Fuerzas Armadas, “a todos los hombres y mujeres que dedican su vida al servicio de España”, a quienes agradecieron su trabajo para lograr un país más seguro.