Un total de 49 imágenes componen la exposición “Marea fotográfica” elaborada por el alumnado de cuarto de la ESO del IES de Pobra y coordinado por las profesoras Elisa Costas y Marga Saborido, se exhibe en la sala de Iconografía Contemporánea del Museo Valle-Inclán de A Pobra hasta el día 12 de septiembre, acompañadas de libros y noticias sobre la industria de salazón en la villa. Esta muestra supone un repaso por la historia y patrimonio marinero y se estructura bajo los epígrafes “Espazos Baleiros”, “Ramiro Villoch”, “Mariscadoras”, “Bateas”, “Nojira”, “Xanelas” y “Retratos Maiores”. La autoría de las instantáneas es de Rubén Cajide, Eva Fernández, Yago Fernández, Fabián García, Marcos González, Lucas Lijó, Carlos Montes y Fabián Vidal.
La edila de Cultura, Patricia Lojo, junto a la técnica del centro museístico, Araceli Abad, destacó que esta exposición se vincula con el autor de “Luces de bohemia”, ya que precisó que “a persoa de Valle-Inclán non se pode entender sen prestar a debida atención a un gran cambio socioeconómico que sucedeu ao longo dos séculos XVII e XIX: a substitución da elite social fidalga, á cal pertencía a familia do autor, polos empresarios burgueses que, no caso da Pobra, estaban constituídos principalmente polos fomentadores da salgadura de sardiña”. Este es un aspecto que recogen algunas de las fotos como retrospección a la Pobra de antaño.
Sobre ello, la concejala pobrense señaló que la Torre de Bermúdez se vendió y transformó en almacén de salazón a finales del siglo XIX, por lo que la exhibición de este trabajo de investigación de los estudiantes del instituto está vinculado a la historia del inmueble. Lojo remarcó el esfuerzo de los impulsores de la muestra por “contextualizar a historia industrial da nosa vila, que tanto nos marcou, e que tanto influíu en Valle-Inclán e a súa familia. É, tamén, unha fiestra aberta aos visitantes ocasionais, para que nos coñezan mellor. É unha magnífica ocasión para que toda a veciñanza da Pobra se achegue ata este Museo, que é seu, e o desfruten”. Por su parte, Marga Saborido, dijo que este proyecto “ensinounos a ver A Pobra, a súa historia, a industria e os traballos do mar dende outra perspectiva” y se refirió a que no sólo se adquirieron conocimientos técnicos, sino también de vida.