Las Festas do Verán de Ribeira cerraron ayer su programación de 2025 dejando un buen sabor de boca a sus responsables y olvidando así la polémica que marcó los días previos con la instalación de las atracciones.  

El concejal de festejos, Francisco Suárez-Puerta, asegura que “tivemos unhas boas festas”, pero destaca también un factor que se escapó de sus manos y resultó molesto para algunos de los presentes: la meteorología. “Tivemos un pouco de mala sorte co tempo porque o venres fixo moito vento de nordeste na zona do Malecón”, explica, pero insiste nuevamente en que la valoración general es positiva. 

El edil también subraya el triunfo de la sardiñada que, además, “repartiu todo o producto” y de los fuegos artificiales del domingo, de los que dice recibió muchos comentarios positivos. Por su parte, las orquestas tuvieron el tirón esperado porque “estaban pensadas para distintas idades”.

Suárez-Puerta agradece que todo haya podido salir según lo planeado y aunque lamenta esa incidencia con las fuertes ráfagas de viento, asegura que la profesionalidad de las agrupaciones fue clave para continuar la fiesta de la mejor manera.