Los propietarios de miles de fincas que suman tres millones de metros cuadrados y que están situadas en el carregal y la franja litoral de las parroquias ribeirenses de Olveira, Artes y Carreira, en pleno parque natural, llevan un mes muy indignados y preocupados debido a que se van a quedar sin la titularidad de las mismas en el catastro. Han tenido conocimiento de ello tras recibir una carta de la Gerencia Regional del Catastro en la que, bajo el epígrafe de “propuesta de resolución de acuerdo de alteración”, se les indica que dicho órgano detectó errores en la delimitación del ámbito público marítimo-terrestre recogida en la cartografía catastral. Y añade que, en virtud de lo dispuesto en la Ley de Catastro Inmobiliario, se acuerda el inicio del “procedimiento de subsanación de discrepancias para adecuar la descripción catastral a la realidad inmobiliaria”, teniendo en cuenta para ello la línea de deslinde de protección establecida en la Ley de Costas de 1988.
Muchos de los afectados que recibieron esa misiva indicaron que el léxico utilizado les resultaba “moi rebuscado, técnico, confuso e incluso difícil de comprender”, pero precisaron que las comprobaciones realizadas a través de la página web del Catastro les permitieron saber que ese procedimiento supondrá que esas fincas que son cubiertas por la marea -”xunqueiras”- desaparecerán y dejarán de pertenecerles. “Os nosos antepasados sacrificáronse e pasáronas canutas para conservar eses terreos, pagando por eles, e agora que están nas nosas mans nolas arrebatan dun plumazo, para que pasen ao dominio público, aínda que sexamos usufructuarios delas por un periodo de 75 anos. Esto non é unha expropiación, pois non ofrecen nada a cambio. Isto ten o seu nome: un roubo”, afirma uno de los numerosos afectados.
Ante esa situación, el pasado 10 de febrero celebraron en la casa de cultura de Olveira una reunión, a la que asistió el alcalde, Manuel Ruiz, para aclarar lo que se pretende llevar a cabo y analizar lo que se puede hacer para reclamar. Varios de alrededor del centenar de asistentes a esa reunión indicaron que el mandatario les indicó que las probabilidades de conseguir detener la pérdida de esas propiedades son nulas. Sin embargo, el regidor puso a disposición de los afectados a un abogado del Concello para que mire el asunto y los represente a todos, asumiendo el Concello los costes que ello suponga, algo que fue aceptado por los presentes.
Los dueños afectados puntualizaron que “nunca nos notificaron nada, e agora desde Costas do Estado deberon darlle instruccións ao Catastro, que é o que actuou co inicio do procedemento de modificación ou actualización do parcelario catastral”. Señalaron que no presentaron alegaciones por que cuando se enteraron de lo que suponía ese “acuerdo de alteración” no disponían de tiempo para elaborarlas, además de que consideran que no serviría para echar atrás esa medida, y sólo para modificar algún error en las mediciones. En lo que guardan alguna esperanza, aunque sea mínima, de que prospere es en el periodo de reclamaciones que se les otorgó de un mes.desde la conclusión del plazo de alegaciones. Muchos de ellos coinciden en señalar que, en caso de que no mantengan su titularidad, se les compense por sacársela.
Con el fin de analizar el estado de la situación se convocó para las doce de este mediodía una reunión en la casa de cultura de Olveira. Además, se abordarán medidas a tomar, entre las que podría incluirse alguna para “facer ruido e se nos escoite”, e incluso alguno planteará buscar otro abogado para defender sus intereses.