Manuel Pego Pego, de 74 años, de complexión delgada y 1,60 metros de estatura, salió a las seis de la tarde del lunes de su casa en Deán, cerca de la iglesia de Santa Clara, para dar su habitual paseo de una hora y su familia no volvió a verlo. La sobrina que tiene la tutela de este sexagenario y otros familiares empezaron a buscarlo al comprobar que no regresaba a su domicilio y, al no encontrarlo, denunciaron su desaparición ante las fuerzas de seguridad. A primera hora de la noche se puso en marcha un dispositivo para tratar de localizarlo, llegando a participar en algún momento una treintena de personas, entre efectivos de las Policías Local y Nacional, incluyendo al comisario Diego Amaya, así como voluntarios de Protección Civil y miembros del GAEM, y otras personas, entre las que estaba el párroco de Santa Uxía, Alfonso Mera.
Durante la noche se utilizaron los dos drones adquiridos por el Concello de Ribeira para la búsqueda de personas y otras intervenciones. Principalmente, durante la noche se utilizó la cámara térmica para tratar de detectar fuentes de calor en determinadas zonas para dar con su paradero, pero no hubo resultados positivos, al igual que durante el resto de la jornada de ayer en que se echó mano de esos vehículos aéreos no tripulados. El Centro Nacional de Desaparecidos activó la alerta tras la denuncia de la familia, y SOS Desaparecidos hizo lo propio a través de sus redes con la difusión de la imagen de Manuel Pego y su descripción. Con la noche del martes echada encima, acudieron los Guías Caninos de A Estrada tras ser solicitados por la Policía Nacional a través del 112, según informaron fuentes del operativo de búsqueda desplegado. Pero, al cierre de esta edición seguía sin haber el menor rastro de Manuel Pego. Incluso se contó con la implicación de integrantes de la sección de senderismo de la asociación de vecinos de Carreira, que peinaron los caminos del entorno de la Avenida da Coruña y Coroso y en la parte de arriba de la Autovía do Barbanza. Encontraron un anorak, pero su gran tamaño hizo que se descarta se, ya que no coincidía con la descripción del ribeirense desaparecido.
La búsqueda se estuvo realizando por esas zonas, pues eran las que habitualmente frecuentaba en sus paseos, pero también se le buscó por Artes, donde algunas personas indicaron que lo vieron sobre 21.30 del lunes, pero también se buscó por todo el barrio de Deán, el casco urbano ribeirense, O Touro, e incluso por Campelos, pues quienes lo conocen indicaron que llegó a vivir en esa aldea de la parroquia de Olveira, y los responsables del operativo no vieron nada descabellado que pudo querer volver a ese lugar, aunque tampoco descartan que se pudiera haber desorientado. Por la noche quedó gente peinando el terreno y está previsto que con la primera luz del día se sumen más medios a la búsqueda.
Algunos participantes en la búsqueda, como Moncho Sampedro, utilizaron mapas de orientación para realizar el rastreo del terreno | Chechu Río