El juez manda a prisión a uno de los dos detenidos por el atraco a un bar de Ribeira y lesiones a su dueña

El titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 1 de Ribeira dictó poco antes de las tres de la tarde de ayer un auto de ingreso en la prisión provisional, comunicada y sin fianza para Carlos Manuel Torres Seráns, de 48 años, al que la Policía Nacional detuvo como acusado de un delito de robo con violencia e intimidación y otro de lesiones, mientras que decretó la puesta en libertad con cargos para su presunto cómplice, Rubén R.L., de 34 años, y que mantiene su condición de investigado. El primer de ellos, que es un viejo conocido de las fuerzas de seguridad debido a sus múltiples antecedentes y que incluso cuenta con muchas condenas por robos suspendidas, fue conducido por efectivos de la comisaría desde la sede judicial hasta los calabozos de la Policía Local, donde permaneció hasta poco antes de las siete de la tarde en que acudió a recogerlo un furgón de traslados de la Guardia Civil para llevarlo hasta la cárcel provincial de Teixeiro.

A ambos se les atribuye la supuestas comisión del atraco perpetrado en la tarde del pasado domingo en un bar de la Avenida Miguel Rodríguez Bautista, en la confluencia con la Rúa da Barreira, al que había accedido como clientes y que, tras 45 minutos dentro y al quedarse solos con la dueña del local, decidieron cometer el atraco. Carlos Torres Seráns, que se había dirigido hacia los aseos, en cuyo entorno estaba la hostelera haciendo acopio de hielos en el congelador para las nuevas consumiciones que le acababan de pedir ambos, supuestamente agarró fuertemente por el cuello a esa mujer, a la que pilló por sorpresa, usando la técnica de artes marciales del “mata león” -estrangulación sanguínea del cuello-, ocasionándole una sensación de pérdida de consciencia. Mientras, su cómplice bajó la persiana metálica de la puerta para que no entrase nadie y así poder llevar a cabo sus intenciones. 

Seguidamente, ese atracador, que la tenía sujeta por el cuello, la tiró y la arrastró por el suelo, con la colaboración del otro caco, y seguidamente fueron por el botín, que consistió en 50 euros de la registradora, un ordenador portátil y el teléfono móvil de la veterana hostelera, para seguidamente darse a la fuga, dejándola cerrada al volver a bajar la referida persiana de metal.

Al quedar encerrada, pues desde dentro no podía levantar ese cierre, la propietaria del bar reaccionó solicitando auxilio a través de una ventana y sus gritos los escuchó un vecino que acudió en su auxilio y que también llamó a la Policía Nacional, que se personó en el lugar de los hechos. El resultado de las investigaciones practicadas por parte de los efectivos de la unidad judicial, sumada a la identificación sin ningún género de dudas que la víctima hizo de los atracadores en un álbum con múltiples fotografías, entre las que estaban las de esos ladrones, condujeron a la localización y detención de ambos delincuentes.