La patronal de Ribeira reclama al Gobierno de España medidas ante la inseguridad en la ciudad

Harto de escuchar “buenas palabras” de los representantes del Gobierno de España en la provincia, sin que no haya soluciones a la grave situación de inseguridad en Ribeira, el presidente de la Asociación de Empresarios, Francisco Martínez Gude, endureció el tono en que se dirige a ellos para exigir la adopción de medidas. Con motivo del hecho vandálico en que resultaron dañados unos 40 coches, la patronal local se dirigió de nuevo a la Subdelegación de Gobierno en A Coruña, para insistir en la falta de medios y personal de la comisaría de Policía Nacional, como ya le trasladó un representante sindical al ministro de Interior, Fernando Grande Marlaska, en la inauguración de sus nuevas instalaciones. 

Gude aprovecha ese escrito para indicar que el catálogo de personal del CNP en Ribeira “sigue siendo el mismo que el que había en la antigua comisaría, no aprovechando las nuevas instalaciones para aumentarlo, ni ofrecer más servicios a la ciudadanía”. Y le dice que carece de unidades especializadas sobre el menudeo de droga y extranjería, y que faltan efectivos de la unidad científica y radiopatrullas, especificando que “sólo hay una”. Y le pregunta por “lo qué tenemos que hacer” para que se les tenga en cuenta: “manifestarnos ante la Delegación del Gobierno con carácter semanal, realizar concentraciones delante del Ayuntamiento y la sede de la Policía Nacional, cortes del tráfico en la Autovía do Barbanza”. 
 

El presidente de la AER precisa que no quiere que esas palabras se entiendan como una amenaza, pero asegura que “sólo nos van a dejar como salida las medidas de fuerza para solucionarlo”. Añade que esa reivindicación la hace extensiva al alcalde, “al que le pedimos que refuerce la Policía Local en sus efectivos y hagan patente su presencia en la calle a pie, que se les vea. No nos vale sólo que inauguren esta plaza, aquel paseo o un jardín si luego no podemos disfrutar de ellos por la inseguridad que hay en nuestras calles, comercios, casas, inmediaciones de colegios, aparcamiento”, dijo.

Gude le dice a la Subdelegación del Gobierno que las autoridades “son conscientes y sabedores del gran problema de drogadicción que tenemos en nuestra ciudad. Aquí se consume a espuertas, de todos es sabido, pero más lo es el hecho de que se vende en todos los rincones de la ciudad y son muchos los foráneos que acuden a los que llamamos ya supermercados de la droga. Nuestros hijos tienen contacto con el mundo de la droga cada vez a edades más tempranas, y el problema va a más”. Por ello, le pregunta “a qué esperamos, a que por el trapicheo haya peleas, ajustes de cuentas, violaciones o crímenes, situaciones por desgracia ya vividas”. Y se pregunta por lo pasará si algo de todo eso acontece: “¿se mirarán los unos a los otros y silbando pasarán de largo por el asunto con un díselo al otro que a mí no me toca? ¿Tendrán luego la poca vergüenza de acudir a un funeral y a darles las condolencias a los familiares inmersos en esta desgracia?”, concluyó.