Punta do Chazo recuerda el naufragio del vapor mixto "Cabo Razo", a sus supervivientes y a los héroes del racú

Un acto conmemorativo sobre la tragedia marítima ocurrda en la madrugada del 5 de agosto de 1958, que incluyó una ofrenda floral, contó con 200 asistentes, así como la participación de dos de los rescatadores
Punta do Chazo recuerda el naufragio del vapor mixto "Cabo Razo", a sus supervivientes y a los héroes del racú
Manuel Vázquez y José Outeiral hicieron una ofrenda arrojando un adorno floral al mar | Chechu Río

Sesenta y siete años y 4 días después de que se registró el naufragio más grande que se recuerda en la Ría de Arousa, en la zona de la Punta do Chazo”, y que fue el del vapor mixto “Cabo Razo”, ese mismo lugar albergó un acto conmemorativo de esa tragedia que se cobró la vida de 13 de sus 44 tripulantes. Y se homenajeó a los rescatadores con un acto muy emotivo en el que se contó con la presencia dos de ellos, José Outeiral “O Tonero” y Manuel Vázquez “O Lucho, que por aquel entonces tenían 18 y 11 años y que vivían en Cabo de Cruz. Ambos fueron protagonistas de ese gesto de solidaridad marinera, y se les obsequió con sendas figuras de cerámica que representan a un pescador en una embarcación.


Ambos relataron los acontecimientos de la madrugada de aquel 5 de agosto cuando pescaban por la zona de A Bensa y sintieron un fuerte golpe -fue el del impacto del barco contra la piedra “A Barxa”- y que a continuación “viñeron os berros de auxilio”. Recordaron que fue entonces, sin dudarlo, cogieron los remos y su racú de 6 metros de eslora y se dirigieron al lugar de procedencia de esos gritos, a media milla náutica de distancia. Al llegar, empezaron a meter a supervivientes en el racú, e incluso a algún fallecido, al que devolvieron al mar, pues lo importante era rescatar vivo al mayor número de personas.


“O Tonero”, que dijo que lo que vivieron aquella noche “non o esqueceremos nunca”, y “O Lucho” contaron que las llevaron al muelle de Cabo de Cruz y allí los metieron en una panadería, junto al horno, para hacer frente a la hipotermia que sufrían, además de proporcionarles ropa y vino para entrar en calor. También avisaron a otros barcos para que fueran en auxilio de los náufragos, algunos de los cuales construyeron balsas con la madera que el vapor transportaba, junto a conservas y leche condensada, y el mar los llevó para fuera de la ría. 


A continuación se ofició una misa en la capilla, a la que siguió una ofrenda floral desde las rocas de Punta do Chazo, en donde hay las bases de una maquinilla que se usaron para arrastrar el barco que naufragó hasta acercarlo lo más posible a una zona de menos calado y proceder a su desguace. Luego, tuvo lugar la proyección del trabajo audiovisual “Desde dentro do corazón” sobre el sucedo y que dirigió Antonio Caeiro, de O Faiado da Memoria, y en la que se produjeron numeroso momentos muy emotivos entre los alrededor de 200 personas que lo vieron. Además, la asociación A Gamela presentó una exposición con embarcaciones tradicionales, entre las que se encontraba ula recreación de un racú similar al usado la noche del naufragio. Y una placa y unas imágenes de como fue el naufragio en Punta do Chazo recuerdan a las víctimas y a los héroes del racú.

Punta do Chazo recuerda el naufragio del vapor mixto "Cabo Razo", a sus supervivientes y a los héroes del racú

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