Cuando faltan unos días para que se cumplan diez meses de la fecha en que se hizo efectivo el traslado de la comisaría ribeirense de la Policía Nacional desde la Avenida Miguel Rodríguez Bautista a sus nuevas dependencias en la Avenida das Airós, en la zona de Fontán-O Touro, y después de algo más de seis meses de su inauguración por el ministro de Interior Francisco Grande-Marlaska, ese hito está marcando la celebración en la jornada de hoy de los Ángeles Custodios por parte de la plantilla destinada en la capital barbanzana. La festividad de los patronos del Cuerpo Nacional de Policía, cuya conmemoración era el domingo y se trasladó a este martes, 4 de octubre, haciéndolo coincidir con el día de San Francisco, contempla la distinción de dos integrantes de dichas instalaciones, concretamente en las personas de su secretario, Juan Pumar Diéguez, por haber llevado l peso de dicho traldo a la nueva comisaría, y a Francisco Diz Noya, por su labor continuada en la unidad de seguridad ciudadana, y que recibirán sus condecoraciones en un acto institucional que tendrá lugar en el salón de actos del Conservatorio Profesional de Música "Enrique Paisal".
Los actos comenzaron en torno a las once de esta mañana con una misa solemne en la iglesia parroquial de Santa Uxía, que fue oficiada por el párroco Alfonso Mera, tras la recepción de los asistentes en el atrio. Sin embargo, el encargado de abrir esa ceremonia fue el agente Alberto Fernández González, que lleva dos meses en la comisaría ribeirense, que ha sido el último en incorporarse y tras pasar por la unidad de seguridad ciudadana pasará a desempeñar su función en la oficina de denuncias. En su intervención refirió que los Ángeles Custodios "son nuestros guardias celestiales" y que esta celebración sirve para reconocer públicamente la labor desarrollada tano por haber protagonizado actuaciones destacadas durante el año como por una meritoria trayectoria profesional, con dedicación, trabajo y entrega. También transmitió la felicitación a todos los hombres y mujeres que entregan su vida sirviendo "como custodios de toda la sociedad.