Manuel Piñeiro Romero, de 14 años y de Cespón, lo ha vuelto a hacer. Con su pasión por el deporte rey y una muy buena capacidad organizativa, junto a su entusiasmo, a lo que se sumó la colaboración de 16 amigos de su edad y de 8 adultos, ha conseguido que haya sido un éxito la peculiar Boiro Cup, que se disputa en la modalidad de fútbol 7 y siguiendo unas curiosas normas que recuerdan a los videojuegos, como las que imperan en la prestigiosa Kings League creada pro el exfutbolista Gerard Piqué y apoyada por el streamer y youtuber Ibai Llanos. Todos juntos hicieron que la competición fuese diferente y más especial por el mérito del joven impulsor que lleva el peso de su organización. Fueron cientos de personas, entre familiares y amigos adolescentes de jugadores, los que poblaron las gradas de los dos campos de hierba artificial de Vista Alegre -cada uno de ellos se dividió en dos terrenos de juego, lo que permitió disputar más partidos en menor tiempo- y que hicieron que el torneo fuera una gran fiesta. En agradecimiento a todos los colaboradores, el niño organizador del evento los invitará a una cena, como ya hizo en 2023.
Pese a ello, el perfeccionismo de Manuel Piñeiro le lleva a pensar que hay cosas que mejorar para el próximo año y que posiblemente se derivaron del notable incremento en la participación de equipos, que pasó de 18 a 29, lo que hizo que no se previeran los emparejamientos para la fase de octavos de final de una forma distinta a la realización de un sorteo. Quizás haya que pensar en que esa sea una norma más de esta singular competición, en la que el entrenador de cada equipo elige al azar antes de empezar cada partido un sobre cerrado con una carta dentro antes de empezar cada partido y que se convierten en las armas secretas que podrá usar sólo una vez en cualquier momento del encuentro y que le otorgará una ventaja inmediata sobre el rival. Así les pudo tocar que el propio entrenador tirase un penalty a favor, que un equipo dispusiera de un jugador más o se excluyese a un jugador contrario unos minutos, que cada gol subiese al marcador con valor doble durante un periodo reducido, robarle la carta al oponente y otras.
La recaudación con lo que pagó cada jugador por la inscripción, sumado a las aportaciones de patrocinadores, entre los que el principal fue Clínica Dental Rebeca Ozores, y la venta de rifas, se repartió en la compra de trofeos y premios económicos, con 500 euros para el primer clasificado, que fue el SK, de Santiago y Sigüeiro, que derrotó por 3-2 en la final al Pandorinos, de Boiro, que se llevó 200 euros. Ambos conjuntos se impusieron en las semifinales a Ron Barcelona y La Chonchineta por 3-2 y 3-0, respectivamente. Óliver Chenel, del SK, se llegó el trofeo al máximo goleador, con 9 tantos, y los mejores jugador (MVP) y portero fueron Rafa Rial y Raúl Sánchez, ambos del Pandorinos, por elección de la organización, que los consideró como los más influyentes. Y en la rifa se sortearon una cesta de productos delicatessen de Secreto Gallego y una noche en los apartamentos Balcón Ría de Arousa, en Cabo de Cruz. También se repartieron de manera gratuita numerosas botellas de aguas para todos los equipos, algo que agradecieron los jugadores para haccer frente a la calurosa joranda de este sábado en la zona.
Una vez más, volvieron a sorprender los nombres de varios de los equipos, como fueron Tetoners, Celta de Trigo, Emirates de Santiago, Xurelos FC, La Nasa, Rápido de Perú, Enigma, Chapalleiros, O Herba Verde, Boca Truños, 222 FC y Zaza United. y, de nuevo, La Chonchineta. La procedenia de los diferentes conjuntos fue variada, pero princialmente procedían de los cuatro municipios que conforman la comarca barbanzana, en algunos casos meclados de varias localidades, pero también de Portosín, Noia, Santiago de Compostela, Sigüeiro y A Coruña. De la ciudad herculina se presentó el referido Zaza United, que estaba integrado por cinco jugadores de las categorías inferiores del Real Club Deportivo de A Coruña, junto con dos jugadores de la capital de Galicia.