Aparecen muertas a balazos nueve yeguas salvajes en un monte de Boiro

El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil de Noia investiga la aparición de nueve yeguas salvajes muertas, con signos aparentes de violencia, por heridas de bala, en la zona de Campo de Fiais, perteneciente al municipio de Boiro, en la Serra do Barbanza. Se trata de seis yeguas y una potra que pertenecen a un mismo propietario de la comunidad de montes de Ribasieira, Manuel Blanco, además de una yegua y una potra de la comunidad de montes de Baroña, que preside Ovidio Queiruga, ambas entidades pertenecientes a la localidad sonense. 

La muerte de los ejemplares equinos, que presentan indicios de haber sido abatidos a tiros -presentaban entre uno y tres orificios de bala-, se produjo entre el martes 19 y el jueves 21 de septiembre en la referida zona de la sierra barbanzana. Los dueños de los animales tuvieron conocimiento de lo ocurrido por la difusión que un cazador que acudió a entrenar a sus perros hizo en la jornada del jueves en redes sociales de varias fotos de los ejemplares muertos. Varios ganaderos contactaron con Manuel Blanco y Ovidio Queiruga para informarles que los ejemplares abatidos podrían ser suyos, algo que confirmaron al subir al monte el viernes, después de encontrarlos tras estar buscando toda la mañana, pues por las imágenes no se sabía cual era la localización exacta.

Manuel Blanco, que pertenece a la comunidad de montes de Ribasieira, de la que llegó a ser presidente, indicó que los animales, que son de pura raza gallega -ahora tiene 40 ejemplares-, estaban pastando en una zona de deslinde que es de libre pastoreo para todos los animales independientemente de la comunidad de montes a la que pertenezcan. Manifestó que no tienen conflicto con nadie, ni desavenencias con otras comunidades de montes, y que desconoce quién puede estar detrás de estos hechos, pero piensa que pudo ser algo espontáneo “de alguén que mercou un rifle e quixo estrenalo vindo a facer un safari”, dijo Blanco, que añadió “ou alguén que non está ben da cabeza”, coincidió con Queiruga. Este último y agentes de la Guardia Civil tienen claro que quien mató las yeguas era un buen conocedor del uso de rifles, “pois fixo uns disparos moi certeiros”.

Tras la presentación el sábado de la denuncia por parte de los propietarios de los animales en el cuartel del instituto armado de Boiro, se ha hecho cargo de la investigación para tratar de esclarecer los hechos, aunque los dueños manifestaron que no hay muchas esperanzas de saber la autoría, pues por ahora no aparecieron los cartuchos, pues posiblemente dispararon desde un vehículo y cayeron dentro, o lo recogieron, y se está a la espera de encontrar alguno de los casquillos.