Unos 400 voluntarios acudieron a varias playas de Ribeira a recoger pellets plásticos

Alrededor de 400 voluntarios llegados desde diferentes puntos de la geografía gallega acudieron durante la jornada ayer a varias playas de Ribeira, principalmente O Vilar, A Ladeira y Balieiros. Lo hicieron en respuesta a los llamamientos que se hicieron a través de grupo de mensajería rápida de la aplicación WhatsApp y por redes sociales por parte de la asociaciones ecologistas y la sociedad civil, como la realizada por el influencer ourensano Xurxo Carreño para las tres de la tarde en O Vilar y que resultó ser la más numerosa con más de 300 personas, para realizar una recogida de pellets plásticos que desde hace más de tres semanas están llegando a las costas gallegas y que ya se extienden al litoral cántabro. Debido al desconocimiento de la naturaleza de esos microplásticos, los voluntarios utilizaron guantes para recogerlos, pero también usaron cubos o capachos con agua para, aprovechando que flotan, salgan a la superficie entre otros residuos capturados, y puedan retirarse para luego meterlos en bolsas u otros recipientes. Igualmente, usaron coladores y otros utensilios de cribado que los separase de la arena, que fue devuelta a las playas. 

Pese a la escasa información que desde entonces ha trascendido sobre el origen de esa catástrofe ambiental, se ha sabido un barco mercante, de nombre “Tocanao” avisó el 8 de diciembre, cuando navegaba por aguas portuguesas a unos 80 kilómetros al oeste de Viana do Castelo, de la pérdida de 6 contenedores, uno de los cuales llevaba una carga de sacos de esos microplásticos, y que empezaron a detectarse el 13 de septiembre en el litoral de Corrubedo, entre las rocas del faro y la playa de Espiñeirido. Desde entonces se difundió la gravedad de lo ocurrido, pero ninguna Administración se preocupó de ello, a excepción del Ayuntamiento, que activó a efectivos del GAEM, que en las primeras horas retiraron un total de 52 sacos enteros con esos microplásticos, a los que en días posteriores se sumó una decena más. Como se detectó que algunos de ellos se habían roto y que millones de pellets se extendieron por la costa, la empresa Urbaser desplegó a algún operario para, en una tarea muy delicada y minuciosa, retirarlos de la arena. Desde entonces y hasta el 3 de enero no se volvió a tener constancia de la llegada de más pellets, pero desde ese día volvieron a llegar nueve sacos enteros de microplásticos, que ya fueron retirados.

El alcalde de Ribeira, Luis Pérez, que llevó a cabo un recibimiento a los asistentes, manifestó que, mientras el pueblo gallego se está organizando para hacer frente a “unha catástrofe  ambiental de primeiro nivel”, se está viendo “a inacción das administracións competentes na materia, nomeadamente a Xunta de Galicia e o Goberno do Estado español”. Pero, les pidió a todos los voluntarios que acudan en grupos organizados, "a poder ser por entidades ecoloxitas, porque teñen un control e rigor maiores que calquera acción voluntaria individual". Y les recomendó que cuando hayan separado esos microplásticos y los hayan metido en bolsas, lo que deben hacer es llevarlas a una parte superior de las playas y notificárselo al Ayuntamiento o al Parque Natural de Corrubedo para que puedan ser recogidas y, posteriormente, depositadas en un contenedor específico.

Pérezz Barral aprovechó para recordar que Ribeira fue uno de los primeros municipios a los que llegó esa "marea branca de boliñas de plástico", y que el Concello se puso en solitario al frente de la situación, tratando de coordinar esfuerzos y a todo el personal que llegó a los arenales del municipio para echar una mano, y agregó que se les ayudó a todos esos voluntarios a la retirada de esos residuos una vez remató la jornada de limpieza. Como mandatario local manifestó que los ayuntamientos están "abandonados" y "en situación de indefensión", y agregó que la intervención del a Xunta de Galicia "chega moi tarde" pues los primeros sacos de pellets llegaron el día 13 y que fue entonces cuando se le notificó a la Administración autonómica. Y le pidió tanto al Gobierno gallego como al del Estado español la dotación de medios materiales y humanos y que haya coordinación entre esas administraciones para hacer frente a esta “crise ambiental e para retirar todas esas boliñas de plástico que están chegando as nosas praias e os sacos e edas que non sabemos a súa toxicidade”, y de los que ayer se halló un nuevo recipiente más en la playa de O Vilar. 

La directora xeral de Patrimonio Natural, Belén do Campo, acudió ayer a la playa de O Vilar junto una cuadrilla integrada por cuatro personas para detectar y recoger pellets en su arena, que se sumaron a los vigilantes de recursos naturales del parque natural de Corrubedo que ya vienen trabajando desde un principio en esa limpieza. Declaró que no hay constancia de que ese material vertido haya causado perjuicios sobre la biodiversidad de la zona, pero que su personal seguirá vigilante para anticiparse e intervenir ante cualquier incidencia sobre la flora y la fauna del parque natural. La representante del Gobierno autonómico, que estuvo acompañada del jefe de servicio de Parques Naturales de Galicia, José Antonio Rodríguez, indicó que la Xunta activó el Plan Territorial de Continxencias por Contaminación Mariña Accidental de Galicia (Plan Camgal) en nivel 1 y el Servizo de Gardacostas mantiene la vigilancia sobre todo el litoral, tanto por medios marítimos como terrestres, con la finalidad de detectar con agilidad la presencia de estos pellets plásticos para que se pueda proceder a su recogida lo antes posible.