El Albariño de Cambados revive a golpe de brindis y la “morriña” de Pitusa

El Albariño de Cambados revive a golpe de brindis y la “morriña” de Pitusa
La pregonera Pitusa Cabanillas dio ayer el pistoletazo de salida a la LXX Festa do Albariño donde no faltó el vino y la diversión a pesar de la falta de casetas | gonzalo salgado

Cambados entró ayer en “modo Albariño” con una inauguración cuando menos, diferente. Había comentarios para todos los gustos: desde descafeinada, para quienes echaron tremendamente de menos las casetas de A Calzada abiertas, hasta de una tranquilidad bienvenida para otros y entre los que se encontraban mayormente cambadeses.



Brindis oficial


Esta circunstancia, de excepción histórica, no preocupa al Concello. Prevé un nuevo éxito en esta 70 edición y el alcalde, Samuel Lago, recordaba que el municipio cuenta con una extensa red de locales de hostelería donde se puede disfrutar del vino homenajeado. “Entendemos a decisión do Consello Regulador da DO Rías Baixas, os seus motivos terá, porque ao parecer hai pouco viño, pero nós tiñamos que empezar hoxe e máis tras dous anos sen festa pola pandemia. Os veciños ben o merecen”, añadió su socio, el primer teniente de alcalde, Tino Cordal. Además han permitido que las food trucks sirvan copas del “príncipe dorado” de los blancos hasta la apertura de los stands, el próximo miércoles, e incluso han creado una copa personalizada para estos días. De hecho, no faltó el brindis oficial de los miembros del bipartito y de la oposición, que el popular Luis Aragunde montó en un periquete.

La falta de pompa institucional, ante la ausencia de autoridades de otras administraciones como Xunta y Diputación, no se echó de menos. “Hai tres datas esenciais: hoxe, o inicio da feira do viño na Calzada e o Xantar, cando se dan a coñecer os viños gañadores, e nos confirmaron asistencia para eses días”, resolvió el primer edil.



Un “chasco” bien llevado


Además de vecinos, destacó la presencia de turistas que ya antes del mediodía copaban las calles y los aparcamientos más céntricos, llegando los coches hasta el acceso del puerto de Tragove. Entre ellos estaban Carlos, Marcos, Urko y Álvaro, un grupo de amigos de Llodio (Álava) que a las seis de la mañana se echó a la carretera para llegar a tiempo a la apertura de casetas. Forman parte de ese grupo de decepcionados, pero mitigaban el “chasco” con brindis y buen humor. Es su segunda cita con la Festa do Albariño, que conocieron de “casualidad” porque “nos encanta Galicia y la primera vez miramos en internet dónde había fiestas a principios de agosto y así la encontramos”, contaban. Y no fueron los únicos vecinos de este municipio de Álava que tuvieron la misma idea; sorprendentemente, se encontraron con la vecina de uno de ellos.

De Benidorm llegaron Raquel Bou y su familia, buscando “el buen tiempo, porque allí hace muchísimo calor, y el vino”, explicaba la alicantina, quien reconocía que el albariño está entre sus preferidos junto al ribeiro.

El seguimiento del pregón no tuvo nada que envidiar a los de ediciones anteriores, por afluencia y contenido. “Encantoume, mellor imposible”, valoraba el alcalde. Y es que Pitusa Cabanillas se abrió al público desde el balcón consistorial con un texto muy personal donde repasó sus vivencias en la celebración, que “vin nacer e á que non faltei nunca, mesmo os anos que vivín lonxe de Galicia”. Grandes recuerdos, de su abuelo y padrino, al que “colleu velliño, polo que moito entusiasmo por ela non debía ter”, pero que vio el potencial de este vino, en tiempos de tinto, y recomendaba a los viticultores plantarlo y etiquetarlo. O de Celso Emilio Ferreiro, “moito teño bailado” con él, rememoraba, o de Cunqueiro. También habló de los Millán, que en estos días abrían las puertas de su casa “e agasallaban con petiscos e albariño da súa colleita”.



“Máis cambadesa que nunca”


Es además una fiesta que para ella es sinónimo de familia, pues era en casa de sus tíos donde se hacían las primeras cenas y comidas del evento a las que, al principio no acudía ninguna mujer, como destacó. Pero “aquela festa hai anos que se foi co vento”, añadió, para dar cuenta de la magnitud que ha ganado, “medrando a medida que medraba a calidade e a cantidade de viño. O éxito popular é innegable”. La descendiente del “poeta da raza” también confesó echar “moito de menos o desfile de carros do país” y tras culminar su texto y pedir vivas por el albariño, sentenció que, gracias a este “honor”, que aceptó “seguindo o ditado do meu corazón”, “sentínme máis cambadesa que nunca”.

No faltaron los aplausos para Pitusa, que, como su momento favorito, señaló “ir en grupo a tomar o viño na Calzada e, a poder ser, que non estea frío, pois par min perde o sabor”, declaró, recibiendo la aprobación de muchos. “Xa era hora de que alguén o dixera”, se escuchó en el público. Allí estaban los primeros “peñistas”, con sus coloridas camisetas, y de algunos grupos tan emblemáticos como “Unha grande e chea”.

La fiesta continúa hoy y el Concello recuerda la existencia de aparcamientos en las principales entradas, así como el aumento del número de taxistas con autopatronos de otras localidades y el refuerzo de las líneas de Autocares Rías Baixas. Nicky Jam triunfó ayer ante 4.000 personas y hoy actúan Louband Street Band, Moura, Derby Motoreta´s Burrito Kachimba, el grupo Magos y el Pirata de Rock Fm. Sin olvidar los espectáculos infantiles. 

El Albariño de Cambados revive a golpe de brindis y la “morriña” de Pitusa

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