El alcalde acudirá a la asamblea de la Ruta pero también muestra su desacuerdo con la elección de Pontevedra

El alcalde acudirá a la asamblea de la Ruta pero también muestra su desacuerdo con la elección de Pontevedra
El alcalde de Cambados, Samuel Lago | gonzalo salgado

El Concello de Cambados es socio de la Ruta do Viño Rías Baixas y el alcalde, Samuel Lago, acudirá a la asamblea anual que tendrá lugar mañana. No obstante, también mostró su desacuerdo con la elección de Pontevedra en vez de su sede oficial, en Cambados, como lugar de celebración. Es más, concordando con su socio de gobierno (Somos), indica que en caso de no parecerle el lugar idóneo, “se lle buscarían outros espazos que podemos poñer a súa disposición, de feito a anterior tivo lugar en Exposalnés”, añadió.


El primer edil desconoce los motivos de la decisión y desde la asociación sin ánimo de lucro no han querido entrar a explicarlo ni a valorar el malestar generado en Cambados porque se ha decantado por la sede del Consello Regulador de la DO Rías Baixas para la reunión, en lugar del Pazo de Torrado, donde la Ruta tiene su sede oficial. De hecho, este asunto va más allá pues subyace la histórica reclamación municipal de que la del consejo se traslade a Cambados. El propio regidor recordaba ayer la vinculación de ambas entidades y el acuerdo plenario alcanzado en 2018 por toda la Corporación municipal para que se produzca ese cambio.


Ofrecimiento de un convenio

La DO siempre ha puesto por delante la vigencia del acuerdo firmado con el Concello de Pontevedra para ocupar gran parte del Pazo de Mugartegui: se firmó en 2003 y no expira hasta 2033. Pero alcalde socialista considera que no debería ser un problema. “É correcto, pero aquí tamén podemos facer un convenio que non ten porque supoñer ningún custe” para la entidad, señaló.


Del mismo modo, entiende que el Ayuntamiento capitalino “non tería nada que obxectar” en caso de que el acuerdo se pudiera rescindir antes de lo acordado pues se trata de una cesión gratuita y por tanto no existiría un perjuicio de tipo económico. Contar con la sede de la DO sí que aporta un prestigio que la capital del albariño viene reclamando desde aquellos tiempos. De hecho, la polémica generada en torno a la elección de Pontevedra no fue menor y el municipio se tuvo que conformar con tener una sede itinerante en la que los técnicos atienden a viticultores y bodegueros durante unos días al mes para que no tengan que desplazarse a la ciudad. Lo hacen en las mismas oficinas de la Ruta do Viño, en los bajos del Pazo de Torrado donde, cabe recordar, el Concello realizó una serie de mejoras en 2016 para mejorar las condiciones de trabajo. Sin embargo, el alcalde señala que, si como ha pasado ahora, no las consideran suficientes, tienen otras opciones en localidad.


Lo que no quiere el bipartito cambadés es una bajada de actividad en la villa y que esto pueda acabar traduciéndose en una marcha.

El alcalde acudirá a la asamblea de la Ruta pero también muestra su desacuerdo con la elección de Pontevedra

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