Hay retos que parecen completas locuras, pero para otros, cuanto más grande sea la aventura, más ganas hay de cumplir objetivos y ganar aprendizajes. Así al menos es como piensa David Giménez, un joven que partió hace más de 80 días de Salou y muy pronto llegará a Arousa con una intención mucho mayor: dar la vuelta a la Península Ibérica caminando.
David se considera una persona hiperactiva: "Me da ansiedad todo lo que es una rutina de lunes a viernes y lo que está estipulado", explica, y asegura que para él su forma de vida se basa en las diferentes emociones que puede sentir cada día.
Toda esta historia empezó cuando se mudó a Australia y posteriormente a Indonesia. Allí se dio cuenta de que la decisión de dejar el mundo de la noche, donde trabajó por once años, era lo mejor que podía hacer para conectar consigo mismo y con la naturaleza. Fue también en ese momento cuando se dio cuenta de que, antes de conocer otros países, quería conocer el suyo.
Durante el invierno ahorró trabajando en Formigal, en una estación de esquí. Compró el material necesario y, con eso y un carro de nombre Charly —que lo acompaña desde hace más de 80 días—, continúa su marcha, con próxima parada en Arousa.
"No sé nada de Galicia, y solo me suenan lugares por gente que me los recomendó a través de Instagram", explica. Pero si hay algo que tiene claro: "Lo único que se me viene a la cabeza cuando escucho Ría de Arousa es que es gigantesca", apunta.
David tiene ganas de conocer las que define como “playas del Caribe”, y aunque vive al día y no tiene claro cómo avanzará el reto en los próximos días, una de sus ideas pasa por cruzar la Ría de Arousa en barco. "Mi primera idea era entrar a Santiago y bajar a Portugal, pero decidí que no iba a cortar nada de Galicia, y que iría por todo el perímetro de la costa", explica.
El de Salou llegará muy pronto a la comarca, donde aún no sabe qué se encontrará, pero lo que sí tiene claro es que podrá seguir aprendiendo de todo ello.