La Concellería de Medio Ambiente puso ayer en marcha el segundo compostero comunitario de Cambados en el jardín de Os Olmos y empezará a hacer las gestiones necesarias para instalar dos más: uno en el aparcamiento del mercado de abastos y otro en la plaza Clemencio Fernández Pulido. El objetivo del departamento de María José Cacabelos es caminar hacia sistemas sostenibles a través de iniciativas como esta o las recogidas de cartón en los comercios y los huertos escolares, entre otras.
“Hai que ir creando unha base social para concienciar do cambio de determinados hábitos”, añadió la edil que, por el momento, está satisfecha con la respuesta de los vecinos. Algo más de 90 vecinos, un ultramarinos y una guardería usarán el de Os Olmos, compuesto por seis unidades. Uno de los volúmenes estará siempre disponible para echar los restos de comida –para diferenciarlo tiene un punto verde– y los otros se irán usando para trasladar la materia y hacer todas las fases hasta su conversión en abono.
Desechos prohibidos
El maestro compostero explicó ayer que “é importantísimo” para que el sistema funcione, que los vecinos cubran bien los restos con estructurante y hagan una buena separación en casa. Pueden aportar hasta espinas, huesos de carne o arroz y está prohibido echar colillas, medicamentos, ropa, etc.
Este experto acudirá todos los días al centro para controlar que el proceso vaya bien en cuanto a humedad necesaria, restos de materia correcta, etc. Y en tres meses o algo más, según el número de aportaciones, los vecinos podrán tener compost para abonar sus huertos o las plantas de casa. Y si tienen dudas pueden acudir al Ayuntamiento.
Estas unidades colectivas están pensadas para residentes en pisos y forman parte del Plan Revitaliza de la Diputación de Pontevedra. Su objetivo, y el de la administración local, es cumplir con la directiva de la Unión Europea de que en 2020 hay que reciclar y reutilizar el 50% de los residuos municipales. También el Plan de Residuos de Galicia, que señala que, para el mismo año, el 25% de los restos orgánicos tienen tratarse mediante compostaje.
El Concello también puso en marcha el compostaje individual para vecinos residentes en casas con huerto o jardín, o ambas cosas. Repartió 100 unidades y algunas en los colegios de primaria. De hecho, se destinó personal municipal para ayudar a las comunidades escolares a crear sus propios huertos y mostrarles a los niños el proceso completo.
Cacabelos explicó que “é importante empezar a concienciar dende nenos” a la ciudadanía y avanzó que quieren aumentar los centros. El primero lo pusieron en O Pombal para que los vecinos “comprobaran que se o traballo se fai ben, non hai problemas de cheiros nin de ningún tipo”, añadió. De hecho, está funcionando con éxito en cuanto a número y valoración de los usuarios y calidad del compost.
Restos de poda
Las ubicaciones a estudiar son el aparcamiento del mercado, pero es necesario permiso de Portos, y la plaza próxima a los juzgados. Su concejalía también quiere poner en marcha un servicio de recogida de restos de poda –actualmente se pueden llevar al punto limpio–, pero poco a poco, como explicó la edil. Y es que su departamento carece de personal estable –depende de los programas de empleo provinciales–y ella no es concejala liberada.
El objetivo es llevar el reciclaje al ideal: compostar el material orgánico y reciclar el vidrio, el papel y el cartón hasta reducir a la mínima expresión los residuos que se incineran en la planta de tratamiento de basuras. De hecho, algún día podría repercutir en una reducción de la factura del ciudadano. Los concellos pagan a Sogama por kilos, así que solo con reducir la cantidad ya se abarataría el servicio. También se busca evitar prácticas como echar cartón que, si por alguna causa se mojara, aumenta el peso y el gasto .