9º-15º
sábado | 27 abril | 2024
Muchas cofradías están atravesando dificultades financieras por la caída de los ingresos y la cambadesa no es una excepción. El patrón mayor reconoció ayer que tienen falta de liquidez después de que los críticos alertasen de que está al borde de la quiebra técnica. Alejandro Pérez niega este extremo y vincula la situación a un cúmulo de circunstancias en las que incluye la “deuda herdada” de casi 450.000 euros y el retraso en el cobro de las ayudas de la Xunta para vigilancia y asistencia técnica por dos trimestres, un dinero que tienen que adelantar y que supone 70.000 euros.
Pérez señala que este contexto les obliga a “priorizar” el pago de los salarios y los gastos del día a día, pero reconoce que hay cuestiones “necesarias” que deben posponerse como la compra de semillas de almeja para resiembras en los bancos de marisqueo a pie. De hecho, recientemente rechazaron una compra porque “non podiamos comprometernos a pagar no plazo de 15 días proposto polo subministrador”. Con todo, destaca que hace medio mes realizaron una adquisición de dos millones de unidades y espera que en cuanto se tenga liquidez, se pueda realizar una nueva operación.
No oculta que la situación “é complicada” y les está obligando a “ir mirando os cartos e priorizando” porque las ventas en lonja tampoco están siendo muy esperanzadoras en lo que va de año. Una situación que se repite en otros pósitos de la ría de la provincia como pusieron ayer de manifiesto en una reunión mantenida con la Diputación y, de hecho, la de Vilanova tuvo que activar recientemente un ERE.
El patrón cambadés señala que de momento no precisan medidas de este tipo y esperan que las ayudas pendientes de la Consellería do Mar lleguen y les den un respiro. Detalló que suponen 70.000 euros por dos trimestres de 2023 ya justificados pero sin abonar, un dinero que tienen que adelantar para pagar los sueldos de vigilancias, entre otras cuestiones. Además, dentro de poco se cumplirá otro período, que sería el tercero. En una reciente conversación le trasladaron que “a ver se en abril poderiamos cobrar algúns dos trimestres pendentes”.
Según Pérez, próximamente convocarán una reunión para explicar la situación a los socios, la cual también circunscribe a la situación del sector con la caída de la producción por la crisis del marisqueo y el invierno de difíciles condiciones meteorológicas que ha restado jornadas de trabajo a la flota.
Pero también a la herencia recibida de los anteriores equipos directivos, pues recuerda que el suyo lleva al frente unos ocho meses: “Non imos escapar da nosa responsabilidade, pero salvo un ano positivo, vimos arrastrando perdas dende hai tres ou catro anos e herdamos unha xestión máis ben nefasta, cunha débeda que a peche de 2023 era de casi 450.000 euros, así que espero que, quen hoxe pon o grito no ceo –dice por los críticos–, non agoche a cabeza porque ademais nos dicían que a Confraría estaba saneada”.
A este respecto destacó que están pagando préstamos bancarios por la compra de la planta de Porto de Cambados y sobre todo destacó un leasing de 3.000 euros al mes por los motores de la maquinaria de la fábrica de hielo tras su renovación. En su opinión, ya que estuvo cerrada casi dos años, “non pasaría nada por esperar un pouco máis e lograr algunha subvención”, dijo para quejarse también de que esta decisión “non foi levada nin á Xunta Xeral nin ao Cabildo”. De hecho, este tema les preocupa porque la actividad “é deficitaria” y no cubren los 12.000 euros al mes que cuesta su funcionamiento entre salarios, suministros, etc.
El patrón mayor de San Antonio de Cambados también mencionó que hay abiertos procesos judiciales por reclamaciones de cantidades de trabajadores y la Cofradía ya ha sido condenada a pagar casi 20.000 euros “cando o abogado que estaba antes consideraba que estes empregados non tiñan a razón”, dijo sobre el letrado que despidieron cuando entró su equipo.
