El Refugio de Animales ha criticado que el servicio de lacería provincial cobre por la recogida y cuidado de los animales abandonados, entre otros servicios, a sus propietarios, cuando las instalaciones ya son financiadas por los ayuntamientos y la Diputación. En este sentido, recuerdan a la ciudadanía que el reglamento de este servicio se encuentra en fase de alegaciones.
Los responsables de la protectora cambadesa indicaron, como y adelantó Diario de Arousa, que la empresa que se encargará de gestionar provisionalmente el servicio, Tragasa, cobrará a los ciudadanos 45 euros por recoger a un perro perdido, cinco euros cada día que permanezca en su perrera, la de A Armenteira, más 30 euros si precisa de asistencia sanitaria primaria o 35 euros si necesita transporte. En definitiva, considera que un ciudadano que quiera recuperar a su perro deberá abonar, como mínimo 115 euros. Un dinero que asegura, la adjudicataria “ingresará a las arcas de la Diputación Provincial semanalmente y además, cada ayuntamiento pagara 0,30 euros por cada uno de sus habitantes a la institución provincial para la prestación del servicio, por tanto es el dinero de los propietarios de perros el que financiará la partida de la Diputación para la macroperrera; y por supuesto son los vecinos los que pagarán en modo de impuestos la partida presupuestaria de los ayuntamientos”. En definitiva, creen que “los ciudadanos con perros, o los que quieran adoptar financiarán a los ayuntamientos y a la diputación. ¿Quién da más?”, concluyen.
Les parece una situación de injusticia y animan a la gente de su misma opinión a revisar por sí mismos el reglamento del servicio de recogida de perros y a presentar alegaciones, si lo considera oportuno. “Se encuentra en periodo de alegaciones expuesto al público en la Diputación de Pontevedra, como pontevedrés tienes el derecho de alegar y reclamar en lo que no estes de acuerdo, porque tú vas a pagar toda esta barbarie”, concluyeron sus responsables. Y es que siguen pensando que el servicio no es la mejor opción para recoger los perros abandonados.