El grave incendio del “Boramar” deja 48 heridos, cinco de ellos en estado grave

El grave incendio del “Boramar” deja 48 heridos, cinco de ellos en estado grave
Labores de extinción del catamarán que varó en Punta Cabreira (A Toxa) y la nube negra que provocó y otros catamaranes y barcos que fueron a ayudar | g. salgado/cedida

El grave incendio del catamarán “Boramar”, minutos después de salir del puerto de O Grove, dejó ayer heridos de diversa consideración a 48 adultos y niños. Dos de las 52 personas que viajaban a bordo (8 eran menores) resultaron con quemaduras muy graves y fueron trasladadas a la Unidad de Quemados del Chuac de A Coruña, mientras que otros tres estaban graves y se llevaron a Povisa, en Vigo. El resto de los lesionados presentaban quemaduras más superficiales, contusiones, inhalación de humo y también hubo atendidos por crisis de ansiedad. De momento, se desconocen las causas, pero todos los testigos señalan a una explosión previa y después, rápidamente, el barco empezó a arder generando una intensa humareda negra que alarmó a los vecinos porque cubrió el cielo de la villa y era visible desde diferentes puntos de la comarca.
Los hechos ocurrieron sobre las tres y media de la tarde y al ver que la situación no se podía controlar, el patrón y la tripulación (tres personas) empezaron a evacuar al pasaje, que se tuvo que lanzar al mar para evitar morir quemados. En ese momento ya se había emitido una llamada de socorro y los marineros grovenses cogieron sus embarcaciones rescatando, junto Emerxencias de O Grove, a los primeros náufragos que estaban a pocos metros de la costa. Posteriormente se sumaron otras dos de Salvamento Marítimo.
El siniestro pudo haber tenido consecuencias mortales y en el puerto se vivieron momentos de tensión pues, en un principio, los heridos se dispersaron entre el muelle de pasajeros y otras zonas y por momentos no se podía localizar a algunos pasajeros. De hecho, la Guardia Civil se encargó de anotar nombres e identificaciones junto con los sanitarios del 061. Además, dos helicópteros y dos barcos de Salvamento hicieron barridos hasta que se ratificó que los 52 estaban en tierra.
Dados de alta y dispersión
En el momento del accidente, el “Boramar” —que pertenece a Cruceros Rías Baixas y se había botado en las fiestas del Carmen, tras haber llegado del Mediterráneo, donde había prestado servicio— estaba a la altura de A Illa da Toxa donde había parado a mostrarle a los turistas –la mayoría del pasaje, excepto un grovese que había ido con sus nietos– cómo funcionan las bateas. La propia tripulación se acercó a una y esta circunstancia también ayudó a salvar vidas porque se agarraron a ella y a sus cuerdas mientras no llegaba la ayuda.
El muelle de pasaje se habilitó como zona de concentración y allí los heridos recibieron las primeras atenciones y los más graves se fueron derivando a diferentes centros sanitarios de tal manera que, además de los cinco con peor pronóstico, 7 acabaron en Montecelo, 8 en O Salnés, 5 en el PAC de Baltar y 19 en el de O Grove, 2 al Domínguez y uno al Provincial. De estos últimos, ocho recibieron el alta a última hora de la tarde, según informó Sanidade a las 21 horas. Además, el Concello habilitó el campo de fútbol para dos helicópteros del 061, que al final no hicieron traslados.
En cuanto al catamarán, quedó a la deriva y acabó varando en Punta Cabreira, en A Toxa. De hecho, los Bomberos de O Salnés y Gardacostas realizaron la extinción desde el campo de golf y por mar. El barco quedó completamente destruido y se dio por extinguido sobre las 21:30 horas, aunque no fue fácil porque cuando parecía que casi se había sofocado, el combustible del depósito volvía a reavivar las llamas.

Cortes de tráfico y solidaridad
El siniestro también obligó a cortar la entrada al municipio desde la rotonda donde acaban los cuatro carriles y Tráfico desvió la circulación por San Vicente, mientras que la Policía Local meca hizo lo propio en el centro, en la Avenida de Beiramar para facilitar el tránsito de las ambulancias y las emergencias.
En el muelle también se congregaron concejales de todos los colores de la Corporación y el alcalde, José Antonio Cacabelos, que siguieron muy de cerca el dispositivo. El regidor destacó la “solidaridad” de los marineros, vecinos e incluso hoteles y hosteleros que prestaron mantas, sábanas y agua para los supervivientes. También a todos los componentes del dispositivo de emergencias que, además de los anteriores, contó con Protección Civil de toda la comarca, Pontevedra y Estrada, la Usesic, médicos y enfermeras del PAC, así como profesionales de todos estos cuerpos, que estaban de día libre y se ofrecieron a ayudar. En total, se movilizaron 17 ambulancias de soporte vital y avanzado y cuatro de apoyo. l

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