Mercado de Fefiñáns | Una cita semanal con Cambados desde hace 400 años

Mercado de Fefiñáns | Una cita semanal con Cambados desde hace 400 años
Fotografía de uno de los últimos mercados de Fefiñáns, antes de su traslado, tomada en 1947 por Miguel Durán Loriga | cedida

Cambados celebra todas las semanas un mercadillo como el de cualquier otra localidad, pero el suyo puede echar la vista a 400 años de existencia documentada. Las ostras escabechadas, el pescado curado, los lechones, el género de tiendas menudas, las telas de lienzo... Dieron paso a la ropa fabricada en cadena, las ristras de calcetines o a juguetes de materiales impensables entonces... Aunque si algo no ha cambiado es la venta de alimentos frescos, que ha sido una constante en esta cita del miércoles –la del sábado se añadió después– y que en los años 40 del siglo pasado se trasladó a su actual ubicación, con la construcción del mercado de abastos y la existencia de un espacio más amplio en los terrenos ganados al mar (el Concello compró la plaza en 1912). Se desconoce la fecha exacta de inicio, pero el historiador Sindo Mosteiro sospecha que se remonta a la primera mitad del siglo XVII, en cuanto a un mercado institucionalizado se refiere.

El experto cuenta que, anteriormente y como en cualquier otra villa, había mercados en las plazas y de manera especializada –de ahí nombres como la Praza da Leña–, pero cuando los Valladares Sarmiento se hacen con el señorío de Fefiñáns, en el siglo XVI, es cuando se centraliza y organiza la actividad en la histórica explanada. Fue tal su potencia, y tan continuada en el tiempo, que incluso atraía a compradores de la otra orilla de la Ría, como puso de manifiesto el ilustrado economista coruñés, Lucas Labrada, a principios del siglo pasado, cuando le llamó “opulento mercado semanal”.

De su afluencia, y por tanto, de su importancia como polo económico, también habló el jesuita Tirso González Santalla, en 1674, en misión predicatoria por Galicia. Es la referencia más antigua sobre el mercado que ha encontrado Mosteiro en su camino hacia otros aspectos de la historia local que ha estudiado y recopilado en su interesante libro “A torre e a sombra”. En concreto dijo: “Con llover aquel día hubo más de seiscientas personas”. Pero si al religioso “asombroulle o número de asistentes nun día de choiva, moi malo, un día bo tiñan que ser moito máis. Sobre todo tendo en conta que estaba afeito a peregrinar por toda Galicia, así que mercados tivo que ver moitos”, destaca el cambadés.



Censo: 36 vecinos “pecheros”


Los señores de Fefiñáns sacaban un rédito económico por él y por otras cuestiones como el llamado “pagar a porta”, es decir, el derecho a vender en sus dominios, el cual se mantuvo hasta los años 60 de nuestro siglo. Relata este entusiasta del pasado cambadés que constan pagos de “leiteiras” que venían de Oubiña y Tremoedo a la capital del albariño. Y eso que en el siglo XVI, Fefiñáns era una “vila modesta”. Según el censo de 1517, había 36 vecinos “pecheros” –plebeyos–, pero 74 años después, ya ascendían a 97.

De las numerosas fuentes documentales que ha bebido Mosteiro, se desprende que Cambados siempre ha sido una potencia agroalimentaria, aunque el sistema feudal ponía en serios aprietos al pueblo llano. Así, se refiere al “Catastro de Ensenada”, donde además de dar fe del mercado, ofrece una larga lista de las producciones para esta jurisdicción: Ovejas con su lana, vacas con leche y mantequilla, cerdos, caballos, abejas con miel y cera, hierba, paja, leña, lino, trigo, maíz, manzanos, perales, vino, habas, etc., etc. Y también al entusiasta testimonio ofrecido por el franciscano Jacobo de Castro unos años antes, en 1722. “Fainos unha descrición verdadeiramente laudatoria do que producían as hortas de Fefiñáns para aquel tempo, indicando: ‘Su huerta, parque, muelle y viña es la mejor que se halla en todo Galicia y no cederà a las mas celebres de otro Reyno. Es tal la abundancia (...) que pueden cargarse navíos enteros”. No obstante, es una opinión que, según el cambadés, aplica a toda la comarca de “San Les”, a la que califica como el “país” “mas llano, ameno, fructifero y abundante de toda Galicia”. Ahora, fue la ostra escabechada la que dio fama a Cambados más allá de las fronteras nacionales. Explica Sindo Mosteiro que las “Memorias del Arzobispado”, realizadas por Jerónimo del Hoyo a principios del XVII, hablan de que en la isla de San Sadurniño “solía haver tantas hostras y mejillones, ameixas y berberechos que venían de Portugal y de otras partes a cargar carabelas y otros barcos”. Y era precisamente en la villa de Fefiñáns donde había dos maestros escabecheros y un fabricante de barriles para su envasado y exportación; algo de lo que incluso llegó a ser testigo Álvaro Cunqueiro.

Además, pocos saben de la feria de ganado que desapareció en el siglo XIX y, aunque el Concello intentó recuperarla en 1907, ya en la Carballeira del Convento, “non durou moito ante a competencia doutras máis consolidadas como a do Mosteiro”, cuenta el historiador. De su saber, y el de otros, ha bebido el Concello para celebrar este fin de semana “Cambados Histórica”, una fiesta que volverá al primer mercado. l

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