El nuevo puente de Pontearnelas tendrá dos niveles y pierde el arco y los tirantes

El nuevo puente de Pontearnelas tendrá dos niveles y pierde el arco y los tirantes
Imagen de archivo del corte del puente tras sufrir problemas en el mes de abril | Mónica Ferreirós

La Xunta espera terminar este año la reconstrucción del puente de Pontearnelas, el cual sufrirá un cambio en su fisionomía, perdiendo el arco y los tirantes y ganando dos niveles, quedando el superior para el tráfico rodado y el inferior para los peatones. Así lo informó ayer en el Parlamento el director de la Axencia Galega de Infraestruturas, Francisco Méndez, a raíz de una pregunta del BNG sobre la situación de la infraestructura que cedió en abril.


Detalló que actualmente están con los trabajos previos para demoler el tablero y para ello se estipuló la necesidad de “un arriostramento transversal atirantado da ponte, precisando cuatro bases, dúas enterradas, de formigón; outra feita ‘in situ’, e que se trasladará ao punto de ancoraxe, e unha cuarta que será directamente unha rocha natural”. Para evitar vertidos al río Umia se instalará una barrera antiturbidez y una lona.


Según la planificación prevista, esto debería estar terminado en la primera semana de agosto para empezar con la demolición del tablero en la segunda, lo cual tiene un plazo de dos meses. Después se podrá empezar a disponer el nuevo puente, que en gran parte se fabricará en taller, al ser una estructura metálica.


Méndez indicó que, en paralelo, siguiendo la información de las inspecciones realizadas, se ha trabajado en el diseño de diferentes alternativas para la reconstrucción y puntualizó que el nuevo vano central cambiará la tipología y fisionomía del puente, pues perderá el arco y los tirantes, pero “gañará en estética e integración”, aseguró.


Asimismo avanzó que contará con esos dos niveles e incidió en que “vaise a reforzar a cimentación para montar a nova estrutura metálica sobre a que, posteriormente, se colocarán as prelousas. A partir de aí será necesaria unha fase de traballo sobre o terreo en ferrallado, impermeabilización, pavimentación, pintado ou instalación de peitorís”.


El director también defendió la actuación de la Xunta, asegurando que “en canto se detectaron danos en varias péndolas, actuou de inmediato, cortando o tráfico e mantendo contacto permanente” con los concellos, además de que “estabilizou a estrutura para evitar o seu colapso” y que “inspeccionou en profundidade” el puente, “aclarando as causas e o alcance dos danos, que se concentran no vano central”.

 

“Sin inspeccións dende 2015”

Todo indica que pudo tener su origen en la oxidación y corrosión, pero Montse Prado, diputada del Bloque, lamentó que “seguen sen aclarar as causas”, pues hace tan solo 16 años que se construyó con una inversión de más de 3 millones de euros mediante un convenio entre la Diputación y la Xunta. De hecho, preguntó si se realizaron inspecciones en estos años y considera que Méndez “nos confirma o máis grave, que dende 2015 non se realizaron  inspeccións nunha ponte sobre un río con enchentes e que soporta un importante volume de tráfico. O PP non considerou necesarias as inspeccións da cimentación?”, preguntó, recordando que este partido gobernaba aquellas administraciones.


La nacionalista también le criticó que “negue o colapso”, que “puido causar unha traxedia”. Asimismo pidió medidas para proteger el puente medieval de Os Padriños, por donde se ha desviado el tráfico  pues, entre otras cosas, “non hai limitación de tonelaxe”, se quejó. l

 

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