Laureano Oubiña a un periodista: "No me empujes, me estás reteniendo"

El anecdotario de un juicio mediático: Una hora de retraso por el tren, huelga en el edificio judicial y el libro que llevaba Oubiña en sus manos
Laureano Oubiña a un periodista: "No me empujes, me estás reteniendo"
Oubiña atendió solo unos segundos a la prensa, antes de recriminar a un periodista y abandonar el corrillo de medios | Gonzalo Salgado

El juicio que esta mañana enfrentó a Laureano Oubiña contra los productores y distribuidores de la serie Fariña fue uno de los más mediáticos del año en el edificio judicial de Vilagarcía. 


El demandante llegó sobre las 9:10 al edificio judicial, en compañía de su abogado. Declinó entonces realizar valoraciones ante la prensa, más allá de manifestarse "tranquilo" a la espera del inicio de la vista. 

 

En las estrecheces del juzgado de Vilagarcía se concentraron decenas de periodistas, se contaba una veintena solo en los redactores acreditados, a sumar fotógrafos y cámaras. El inicio de la sesión se demoró una hora sobre lo previsto, debido a problemas sufridos en la red de transporte ferroviario y que motivaron que el tren que debía traer a la ciudad al fiscal se demorase 55 minutos sobre lo previsto. Durante la espera, las puertas del edificio judicial albergaron una concentración y protesta de los abogados del turno de oficio, en huelga indefinida

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Laureano Oubiña, con el libro "Desmontando Fariña", pasea en las inmediaciones del juzgado | G. Salgado

Oubiña estuvo en todo momento sujetando el libro "Conversaciones con Laureano Oubiña. Desmontando Fariña". Era toda una declaración de intenciones. 

 

Iniciada la vista, finalmente hacia las 10:30, la pequeña sala del juzgado número 3, con asientos dispuestos para la ocación para dar cabida a la veintena de cronistas, se llenó al completo. El demandante, que no declaró, siguió el avance en primera fila, junto a los citados a declarar y los procuradores de las partes.

 

La sesión discurrió tranquila, sin incidencia alguna. A la salida, con apenas unos minutos sobre las doce del mediodía, y a petición de los medios, Oubiña y su letrado accedieron a un turno de preguntas y declaraciones que se terminó materializando en el exterior, a la puerta del edificio judicial. Fue entonces cuando se produjo la anéctoda de la jornada. 

 

Los numerosos periodistas concentrados se arremolinaron en el habitual corrillo de micrófonos. Todavía terminando todos de acomodarse, Laureano Oubiña comenzó su intervención: "Nosotros ya hemos hablado, ahora tiene que hablar la Justicia. Eu non son quen para opinar..." Su valoración fue interrumpida por él mismo, que se dirigió a uno de los compañeros que sujetaba un micrófono en el apretado grupo de cronistas. "No me empujes". "No no le estaba empujando", respondió el periodista. "Hombre, si me estás reteniendo..." dijo Oubiña. De nada sirvieron las explicaciones o incluso alguna llamada a la calma de otra compañera: Oubiña, acto seguido y visiblemente airado, abandonó el grupo, plantando a quienes estaban allí para recoger su testimonio. 

 

Su abogado, Jorge Paladino, atendió amablemente a los medios. Reiteró ante los micrófonos y las cámaras los principales argumentos defendidos en la sala. "Entendemos que los derechos de él han sido vulnerados. No es menos cierto que sí, Laureano tiene una actividad pública, va a entrevistas con los medios, cuenta su verdad, pero ni eso" ni porque "haya tenido un histórico penal", da lugar a que se "vulneren sus derechos fundamentales". "Una persona que ha cumplido con la Justicia, tiene derecho a reinsertarse", declaró. 

 

 

Laureano Oubiña a un periodista: "No me empujes, me estás reteniendo"

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