El primero de mayo en Vilanova trajo una jornada de caminata y fiesta. Dos iniciativas organizadas por separado pero que muchos decidieron unir para disfrutar de un día redondo.
Por la mañana se dio la salida de una andaina, promovida por el Concello bajo el lema “Ruta dos Muíños”. Partió de la estación marítima y llevó a los participantes por los molinos de Currás y hasta el alto del monte Lobeira, donde pudieron disfrutar de los restos arqueológicos y del mirador. Es un itinerario que el gobierno local quiere además potenciar, con la creación de una senda que conecte ambos espacios: Los molinos y la cumbre.
Muchos se quedaron después en András, para disfrutar de la recuperada “Festa da Muller Labrega”. Se trata de una celebración que incluyó actos litúrgicos, premios a las mujeres más longevas, animación y una gran comida de confraternidad, en el campo de la fiesta. Una celebración que también llenó. La comisión de fiestas recupera un evento que nació en los 80 y se festejó durante dos décadas, para terminar desapareciendo. Lo retomaron en 2018, pero la pandemia frenó su consolidación. Hasta hoy.