Aunque es una estampa que se repite con cierta frecuencia en la temporada estival, varios vecinos del municipio y turistas han dirigido sus quejas por una acampada de caravanas en la PO-308 y las cercanías de la playa de Pragueira, en una parcela cercana al camping situado en esta zona.
Los vecinos en cuestión critican que la zona se convirtiese en una especie de “camping ilegal”. La gestión de los residuos que generan estos visitantes es la principal queja, unida a los “malos olores” que desprende la zona. En esta línea, algunos vecinos denuncian que estos vehículos optan por la clandestinidad al no acudir a un camping y carecer de servicios básicos. Así, los acusan de ocupar espacios públicos no acondicionados, provocando problemas con la gestión de dichos residuos.
Asimismo, advierten que, desde el inicio del campamento más cercano a la playa, instalado el pasado fin de semana, la Policía Local se personó en el lugar “varias veces”, sin darse cambios en la situación.