Don Dositeo Valiñas pudo festejar ayer sus 101 años con la fiesta que los vecinos le habían preparado y que no pudo celebrarse en la fecha de su aniversario, el pasado día 7. El cura párroco de Ribadumia es uno de los más longevos en activo de Galicia y seguramente de España. Han sido muchos los homenajes recibidos en los más de 70 años que lleva dedicados a sus feligreses en esta pequeña localidad saliniense, pero cada cumpleaños se convierte en algo más especial pues se trata de uno de los sacerdotes más queridos de O Salnés. Ayer hasta pudo oficiar la misa que dedicaron en su honor y aunque se queja de que las piernas le fallan de vez en cuando, no duda en acudir a las citas con sus convecinos ayudado con unos bastones y a veces en silla de ruedas. La jornada de ayer fue nuevamente especial y para dejar constancia de tan importante aniversario, los feligreses colocaron unos enormes globos ante el altar con la cifra de 101.
La jubilación es algo que no tiene en mente mientras no le falten fuerzas y “Dios quiera”. Y para ayudarle siempre cuenta con la inestimable ayuda de Moncho y su familia que ya hace tiempo que le asisten y viven con él para atenderlo en los quehaceres de la vida cotidiana. Natural de Cercedo, el párroco llegó a Ribadumia hace más de 70 años y nunca se marchó. Por sus manos han pasado generaciones de vecinos en bodas, bautizos y comuniones y ni la pandemia le ha impedido oficiar cuando ha sido posible. Tantas cosas ha visto y tantas recuerda: la Guerra Civil, la Guerra Mundial y otras anécdotas y vivencias que también son parte de la historia local. De hecho, su terreno de juego no solo es la Iglesia y siempre ha sido un activo participante en la vida social de Ribadumia. No es de extrañar que le hicieran Hijo Predilecto.