La campaña del libre marisqueo constató este año la crisis productiva que sufre el sector. Ante ello, la Consellería do Mar puso en marcha un plan para llevar a cabo la regeneración de zonas puntuales, arados, resiembras y realización de muestreos. Uno de estos trabajos se está ejecutando en el banco de O Bohído, en una superficie total de 1,2 millones de metros cuadrados y donde ayer el conselleiro, Alfonso Villares —acompañado por la directora general de Desenvolvemento Pesqueiro, Marta Villaverde— participó en la siembra de 145.700 unidades de almeja babosa, obtenidas en el Instituto Galego de Formación en Acuicultura (Igafa).
Los trabajos en este banco de la Ría de Arousa constan de dos fases: la primera se está ejecutando este mes y consiste en la remoción de sustrato en una extensión de 678.424 metros cuadrados; la segunda, se desarrollará en junio en una superficie de otros 522.193 metros cuadrados. De este modo, la siembra realizada ayer es el resultado del seguimiento realizado por los técnicos del Centro de Investigacións Mariñas (CIMA), que aconsejaron la remoción y la selección del área en la que distribuir esta especie, según destacó el conselleiro.
Cabe recordar que desde la Consellería do Mar también se anunció recientemente la puesta en marcha de distintos proyectos de investigación para estudiar con profundidad los factores que afectan a la productividad de los bancos.
Así, Villares participó ayer en la acción de resiembra de este importante banco productivo para el libre marisqueo, al que acudió desde el puerto de Tragove. La especie utilizada fue la almeja babosa, una especie autóctona y cuyo hábitat natural es en el submareal, hasta los 40 metros de profundidad, por lo que se trata de un bivalvo que preferentemente extraen los barcos de marisqueo a flote.
En este sentido, desde la Consellería do Mar recordaron que la almeja babosa adquirió un valor medio en lonja de 23,25 euros el kilo en el año 2024. Ejercicio en el que se vendieron 122.576 kilos, alcanzando un valor en el mercado de 2.850.274 euros. Un importe importante en un ejercicio en el que la facturación marisquera se hundió y que trata de recuperarse con este tipo de acciones de regeneración.