Este gobierno dice la verdad cuando miente y en esa honestidad resuelve nuestros problemas con verdades capaces de solucionarlos en un plano de realidad que roza la perfección bíblica de este siglo; la IA o cuadratura del totum revolutum, nuevo evangelio del apostolado tecnológico.
Nunca hemos sido tan verdad como ahora que somos esa mentira que nos es contada con tanta verdad que cabe que llegue el día que nos parezca mentira. Fatal desenlace que podría poner en jaque a este gobierno de progreso, en diferentes tallas, que nos viene poniendo a salvo de la derecha, la ultraderecha y la infraderecha. Y si el gobierno cae por esa trágica confusión del electorado de entender las verdades de sus mentiras como mentiras de verdad, nos veríamos abocados a tener que soportar un gobierno reaccionario, conservador o algo peor. Y lo más terrible es que este supuesto gobierno podría tomar decisiones basadas en esas verdades con las que este nos miente y de las que va dando razón en un entramado legislativo tendente a destruir elementales garantías democráticas. En tal caso, ese gobierno bien podría instaurar una especie de dictadura sin salir del guion que este le dejó escrito.
Por esta razón, deberíamos exigir al gobierno de progreso que se retome en la cordura de mentirnos cuando nos miente, hasta que alcancemos ese punto de madurez democrática en que nos parezcan verdades y así no pueda venir un gobierno que nos parezca mentira.