Los malos gobiernos que malgastan luego suben los impuestos o recortan los servicios, en vez de hacer una mejor gestión directa y evitar fugas en gastos superfluos y corrupción.
Pongo dos ejemplos. Antes de las primeras elecciones municipales democráticas en 1979, el alcalde de Boiro subió un 400% la tasa de recogida de basuras, por lo que convocamos una manifestación sin autorización gubernativa. Era una novedad por lo asistió mucha gente después cuarenta años prohibidas por la dictadura. Al llegar yo a la alcaldía en 1983, el secretario me dijo que la tasa de la recogida de basuras era deficitaria y no podía serlo por ley. Había que subirla otra vez. Claro que para mí era un problema ético y moral porque había convocado una manifestación por la subida del otro alcalde. ¿Cuál fue mi decisión para no ser incoherente ante la ciudadanía? Pues fue poner un par de empleados investigando la ruta de recogida y comprobar cuáles eran los que disfrutaban del servicio de recogida para incluirlos en el censo como los demás. Así evitamos la injusticia de cargar las subidas siempre a los mismos. Sobró dinero y no hubo que subirla más. Con el dinero sobrante extendimos el servicio al rural.
Recogimos la basura con medios propios del Concello con un costo al año de 10 millones de Pts. mientras las ofertas privadas eran el triple. La mala gestión política es no controlar los usuarios que no echan los residuos en el contenedor selectivo. En Boiro nos cuesta 300.000 euros que lleva una empresa privada por hacer la selección, que pagan los ciudadanos que lo hacen bien, por abandono del gobierno.
Cuando volvimos a recuperar la alcaldía en 1991 después de una moción censura a los seis meses de haber arrasado con 11 concejales de una corporación de 17. Ese gobierno que sucedimos dejó adjudicado un alumbrado por importe de 7,5 de millones de Pts en la Rúa Principal, un trozo de menos del 5% del alumbrado por lo que el resto del vecindario quedaría discriminado. Como el gobierno no dejó fondos para dicha obra, le expuse al adjudicatario la situación económica y que tardaría en cobrar. Le pedí un presupuesto de todo el alumbrado desde de Cimadevila, a Puente Goians que fue de 38 millones de Pts. Como había una subvención de 2 millones de Pts de INEGA no lo quería perder y mandé un fax del presupuesto a cuatro almacenes pidiendo el material. Llegaron los dos millones y los electricistas del Concello hicieron el mejor alumbrado de la Rúa Principal, con lo que ahorramos 36 millones de pts.
Esta clase de gestión da más trabajo al gobernante. Privatizar es renunciar a trabajar para cubrirse las espaldas endosando la responsabilidad política del mal servicio, el político se escuda en la empresa privada cuando fallan los servicios. Sobran reyes políticos que no gobiernan. No hay debate sobre esto.
Las administraciones públicas requieren políticos competentes y eficaces para servir a la gente. Pero es tendencia de los partidos colocar leales, aunque no reúnan las condiciones para el cargo. Por el contrario, yo creo faltan profesionales de la política, sanidad y educación, mientras sobra la gente enchufada en las administraciones, que llegan a ser sus jefes que pasan de todo y en muchos casos no cumplen lo prometido. Por eso comprobamos que gane quien gane todo sigue igual. Los políticos están de paso, así lo quieren los votantes. Y si alguno quiere hacer el cambio, y resolver los problemas se queda solo, dado que la ciudadanía últimamente se fía más de las mentiras que de la verdad que requiere un esfuerzo intelectual para discernir la mentira de la verdad.