Divide y vencerás. Hay paralelismo entre el presidente Sánchez y el presidente Suárez al enfrentarse a los poderes establecidos que no querían la democracia. Esos poderes fácticos se hicieron visibles con la dimisión de ministros de su gobierno por legalizar el PC. Luego se sumaron los descontentos de UCD y la moción de censura del PSOE para acelerar el desgaste de Suárez obligándolo a dimitir siendo sustituido por Calvo Sotelo de UCD, pero no frenó las ansias de poder de los aspirantes para derribar a Suárez, uniéndose intereses de partidos y grupos antagónicos.
El juego de tronos puso en peligro la enclenque democracia de lo que se aprovecharon los golpistas del 23/f. Los políticos españoles fueron, en esa ocasión, los adelantados en no reconocer los resultados de las urnas de Suárez, antes que Trump negándole la legitimidad del ganador. Ahora que nuestra economía va bien y el gobierno de Sánchez avanza en mejoras sociales, y debe seguir haciéndolo, repartir la riqueza que producimos todos, a la vez deben contribuir que los grandes grupos económicos, bancos, eléctricas, que tantos miles de millones llevan ganado en lo que va de año, pero no quieren contribuir con un pequeño impuesto, y apoyados por las derechas instaladas en las instituciones presionan para que dimita Sánchez como insisten las oposiciones reiteradamente sin proponer nada de interés general.
Sánchez no está exento de defectos, pero es el que mejor nos representa en el exterior, es trabajador, tenaz como Suárez, y su gobierno va en la buena dirección. Ahora están a vueltas con los wasap privados entre Sánchez y Ábalos dándole sentido torticero a frases coloquiales normales entre personas. La oposición se alegra de que haya críticos del PSOE contra Sánchez. Siempre los hubo, pero dentro del partido respetando los Estatutos.
Los que hemos militado más de 30 años en el PSOE sabemos que cosas peores se decían de compañeros en el fragor de la batalla cuando Felipe González era secretario general del PSOE y presidente de Gobierno, y Guerra vicesecretario y vicepresidente del Gobierno que dijo la famosa frase “el que se mueva no sale en la foto”. Y que ordenaba a los ministros que “sus vacaciones serían en bicicleta, paño atado a la cabeza y botijo”. En aquellos tiempos no había wasap ni redes sociales para desacreditar al rival a gran escala. Decía que la situación política de Sánchez es parecida a la que sufrió Suárez.
Se unen destacados militantes del PSOE, González, Guerra, Ibarra, Leguina, al que nombró Ayuso de presidente de la Cámara de Cuentas de la Comunidad de Madrid con cien mil euros, Corcuera, el de la patada en la puerta, sintonizando con la criticas de las derechas contra Sánchez. Ahora la mala leche y la desinformación hacen lo demás, dominan el mercado de la opinión pública y no hay quien lo pare hasta que la sociedad caiga del burro y piense por su cuenta no dejándose manipular y creyendo solo lo que vea, no lo que le cuenten las tramas. No habrá u 23/f, pero habrá bulos, caos, mentiras propagación de apocalipsis apagones, averías de trenes, sabotajes pero extraña que de golpe aparezcan tantas averías todos los días en todas partes echándole la culpa al gobierno por falta de mantenimiento cuando hasta hace poco no ocurrió tal cosa.
Y aprovechando el caos, Feijóo convoca un Cónclave mejor que el de León XIV. Se olvidó de que para elegir nuevo Papa tiene que morir el anterior. ¿Feijóo quiere pasar por ese trance?
Por lo tanto, las palabras gruesas de los wasap de Sánchez y Ábalos contra compañeros es tan normal como la vida misma. Soy testigo de oírselas peores a compañeros contra compañeros, y al llegar al poder algunos las ejecutaron. Así que menos ruido de distracción, mejor gestión y honestidad. Todo el que ostenta poder tiende a extremarse a la derecha, o a la izquierda. En la practica viene a ser lo mismo.
Un gobierno elegido democráticamente tiene que gobernar para todos. El gobierno de Sánchez es el que más se aproximeaa esta idea.