La izquierda necesita demostrar que es más honesta que la derecha porque su electorado es más exigente. Ya decía el periodista falangista Emilio Romero que la derecha tiene que mentir porque gobierna para 200 familias. No sé por qué ahora se alarman por la corrupción porque los principales partidos gobernantes siempre la tuvieron. Desde hace años, altos cargos fueron a la cárcel y los partidos no hicieron nada por evitar la corrupción. Conocí algunos sujetos con cargo público que fueron a pedir dinero a las empresarios que trabajaron para administración para las elecciones y luego no lo entregaron al partido. El que reparte para si la mejor parte. Las primeras corrupciones que se hicieron públicas fueron el caso Filesa del PSOE y caso Naseiro del PP. Felipe y Aznar hicieron vista gorda encubriendo las andanzas del rey emérito mientras varios ministros del PSOE y PP fueron a lo suyo cogiendo lo nuestro. Ahora a Sánchez le salieron 3 ranas, pero si verdaderamente quiere reducir la corrupción, porque siempre habrá alguna en los sitios donde gobierna, tiene que mejorar el control de los cargos públicos en las instituciones y para eso debiera crear una Comisión de vigilando a los cargos respondan de donde le vino el patrimonio, y si es lícito no pasa nada, sino lo justifica, al juzgado de guardia.

Para evitar la corrupción hay que hacer una ley de adjudicación de obras por subasta, porque los concursos se prestan a la corrupción.

Una ley de transparencia de verdad para que la Administración pública sea transparente y pueda ver su contenido todos los que lo deseen.

Limitar la Ley de Protección de Datos en las administraciones públicas que está siendo una tapadera a la transparencia.

Los partidos en los distintos gobiernos cambian las normas urbanísticas y leyes que les favorecen a los especuladores, y estos los recompensan. En otros casos los gobiernos les dan subvenciones a empresas que le devolviéndole parte. Así hay corrupción y nepotismo.

Ahora los partidos nos quieren hacer ver que la corrupción es del otro, centrando la culpa en el PSOE de Sánchez como si no la hubiera antes. A un partido de izquierdas le hace más daño un solo corrupto que mil corruptos a los partidos de derechas. Por eso la izquierda debe tener más controles dentro y fuera. El Estado subvenciona a los partidos para su funcionamiento, y sus cargos públicos cobran los mejores sueldos que en su vida soñaron. Por lo tanto no se les puede dejar solos. Muchos que nada tenían se hicieron nuevos ricos, lo que les hizo más soberbios y les puede la codicia más que los ricos tradicionales que la vida le enseño que les iría mejor con humildad. A los nuevos ricos les pasa como los buscadores del oro, en cuanto lo encuentran se matan unos a otros para quedarse con todo. A este tipo de políticos le pasa lo mismo: al alcanzar el poder no lo sueltan y utilizan lo que haga falta para no perderlo, dejando víctimas con más méritos y honestas que ellos.

Hago estas reflexiones para que se comprenda que en los partidos, en vez de tener una comisión de garantías que casi siempre se utilizan por los nuevos ricos a la cabeza de los partidos para perseguir a los critican las malas artes de algún directivo; debería haber una comisión de vigilancia interna para frenar estos ambiciosos que impiden el trabajo de sus compañeros/as y votantes.