El filibustero Puigdemont empujado por jueces que se manifestaron contra la “non nata amnistía” desde las instituciones judiciales, como si de sindicatos de trabajadores se tratara, sin tener en cuenta que la mayoría de los diputados del soberano Parlamento español son los únicos que pueden legislar y hacer política. Aprobaron una ley de amnistía para librar los imputados por el procés catalá, incluido Puigdemont, pero unos cuantos jueces, en especial el Supremo caducado más de cinco años, le dan la razón a Vox y PP, arremetiendo contra la ley de amnistía, dándole una patada al culo del prófugo, pero en el fondo va dirigida contra Sánchez.
El Supremo es el mismo que bloqueó durante más de cinco años y lo siguen haciendo los nuevos vocales nombrados por el PSOE-PP. No se ponen de acuerdo para nombrar presidente después de varias reuniones durante meses. Lo que demuestra que tienen más interés por la política que por la justicia. Parece que no entienden la separación de poderes y luego acusan a los demás de no respetar separación de poderes.
La ley de amnistía tiene como meta volver al diálogo que nunca debió romperse entre la Generalitat y el Gobierno de España. Pero como la corrupción de las derechas, CiU y PP, tuvieron que crear una cortina de humo para desviar la atención de los españoles para que no se hablara de ella.
Hay que reconocer que el independentismo bajo con las tácticas dialogantes del presidente Sánchez. Eso es un hecho que la oposición se niega a reconocer. Sánchez desde la oposición colaboró y votó el art. 155 de la Constitución con Rajoy de presidente para rescatar el gobierno de la Generalitat.
La Constitución de 1978 establece la separación de poderes. 1- el legislador legisla. 2- el Poder judicial aplica las leyes que hace el legislador, y 3- el presidente lo elige el Parlamento. Están muy claras las reglas para los demócratas.
Supuestamente las fuerzas de orden público miran para otro lado, dado que el Parlamento de España aprobó la amnistía dejando entrar a Puigdemont en España para dar un mitin ante más de tres mil personas y dejándolo salir otra vez para Waterloo. Al fin y al cabo los independentistas no mataron a nadie, y no vale el argumento de que quemaron contenedores y cortes de carreteras, que también muchas veces lo hicieron los huelguistas. Al fin y al cabo el Estado tiene el Art 155 que rescató el gobierno de la Generalitat como hemos comprobado. Más grave fue el 23f que los golpistas entran disparando tiros contra el Parlamento, santuario de la democracia, obligando al gobierno y diputados a tirarse al suelo, reteniéndolos más de 17 horas, y luego algunos fueron a la cárcel viviendo a cuerpo de rey y los pocos años fueron indultados, sin amnistía en base a que no mataron a nadie y no se armó el lío como ahora. Lo que demuestra que quedan ideas retrógradas.
Llevamos unas cuantas décadas que los partidos tomaron una deriva preocupante poco democrática olvidándose de los verdaderos problemas del país. Ahora la derecha acusa a este gobierno de que dejó escapar al cantamañanas de Puigdemont, olvidándose que el gobierno del PP también se le escapó, además de no enterarse de las miles de urnas que colocaron llevando a cabo el referendo del proceso. Así que menos ruido y más nueces.