Solo en el colegio de Vilaxoán hay casi una veintena de niños con necesidades especiales. Una cifra que en mayor o menor medida se repite en otros centros educativos de la capital arousana. De ellos muchos están diagnosticados –en diferentes grados– con Trastorno del Espectro Autista. Un diagnóstico que requiere de una atención especial no solo en sus casas, sino en los centros educativos en los que estudian y también en los espacios en los que socializan. Familias de niños con autismo cuentan para Diario de Arousa las dificultades que se encuentran para conciliar con pequeños con esta circunstancia y demandan más apoyo de las administraciones para que existan más plazas en campamentos infantiles o en espacios y actividades de ocio para ellos.
“Mi pequeño tiene 5 años. Quise meterlo en el campus de verano que hacen aquí en Vilaxoán, que no tiene nada que ver con el San Martín, que conste, y nada, no me lo quisieron”, explica Ámbar Castro. Indica que “me viene bien porque es aquí al lado, yo trabajo cerca y sus amigos, con los que se relaciona, van ahí”. No es el único caso. Otras madres y padres con autismo de esta localidad vilagarciana se encontraron con dificultades para poder introducir a sus pequeños en actividades de ocio. “Es que no hay nada. Hay muchísimos niños con necesidades especiales y en la zona, en el entorno, pese a ser un sitio muy poblado, no tenemos a donde llevarlos. ¿Cómo puede pasar eso?”, se pregunta Paz Rey. Su pequeño tiene ocho años y entiende que tal y como hay propuestas para el tiempo libre para niños neurotípicos también debe haberlas para los que cuentan con necesidades especiales y van en aumento. “¿Qué quieren? ¿Qué los tengamos encerrados en casa?”, explica la madre. Su sugerencia ya va más allá de los propios campamentos e incluye propuestas como sí hay para niños que no tienen necesidades específicas. “Deberían plantearse estas cuestiones ya desde las administraciones”, declara. Otro padre apostilla con un “apoyar a los niños con autismo no es solo sacar las banderitas una vez al año, es actuar. ¿Dónde está la integración?”.
Teresa Vales, con un niño de seis años con TEA, explica que “ao meu non mo collen en ningún lado. Porque teño a sorte de botar man de familiares, senón tería que deixar de traballar”. Es ella la que explica que los argumentos que en algunos campamentos y actividades esgrimen para no aceptar a estos pequeños son “falta de control de esfínteres, escapismo ou que non socializan”. Por su parte Lorena Diéguez, con un niño de tres años, achaca la falta de propuestas para los niños con TEA a que “non hai monitores nin formados nin especializados. Ese é o problema. Son nenos coma os outros, só que teñen certas necesidades e requiren dunha atención máis particular”.
Todos estos pequeños acuden –cada uno en el curso que les corresponde– al colegio de Faxilde. “Si, estamos dacordo en que os rapaces con necesidades especiais se integren cos neurotípicos. É unha forma de ir adaptándose á realidade, porque fóra é o que se van atopar”, declara Lorena Diéguez. Eso sí, madres y padres coinciden en que para ello tiene que haber siempre más medios. “En su día, hace ya años –desapareció en 2009– había un aula de BATA en el colegio A Lomba. ¿Sabes el lujo que es ese? ¿Que personal especializado y formado en autismo esté con tus hijos? Eso es un lujo inmenso”, reconoce Paz Rey.
“Estamos nunha loita continua. Todos os anos. A principios deste curso académico no cole pois o mesmo, loitar para que nos puxeran o persoal de apoio”, dice Teresa Vales. Beatriz Galbán y Daniel Rodríguez –con dos niños con necesidades especiales– aseguran señalan a su hijo e dicen: “es normal, como otros niños, pero su diagnóstico implica que necesite de más atención”. Cree que mantener a estos pequeños sin ningún tipo de actividad que ayude a la socialización durante todos los meses que no hay colegio es “hacer que retrocedan, porque necesitan de una rutina”. Ella no trabaja. “Es que no puedo. Con dos niños así y sin opciones reales para poder dejarlos. ¿Cómo hacemos?”, indica.
A este punto Paz Rey asiente e indica: “Esto va a ir a más. Va a estallar porque cada vez hay máis niños con autismo.
Hasta el año pasado la ANPA del colegio de Faxilde organizaba los campamentos de verano. “Este ano, en principio e polo que din, non sei vai facer”, explican. Ámbar expone que en el caso del campus de Vilaxoán incluso “yo y mi pareja nos ofrecimos a pagar un poco más, pero nada, que no. Es muy frustrante porque tiene cinco años y esto no ha hecho más que empezar”. Todas, sin excepción, tienen esa misma sensación. “Es una tortura. Son niños que parece que están en tierra de nadie y eso no puede ser”, indican. Su reclamación, pues, es clara: “Integración real, que haya formación en los monitores, que tengan los mismos derechos. No es tanto pedir”.
Lamentan que todavía existan prejuicios y que, aunque a priori parezca que son actividades en los que los aceptan “muchas veces cuando vas a inscribirlos no es así”, zanjan.
El Concello señala que los campamentos municipales cuentan con personal formado |
El Concello de Vilagarcía celebra, durante los meses de verano, tres campamentos municipales para favorecer la conciliación repartidos por edades. El primero de ellos es para pequeños de entre 3 y 6 años, el segundo de 7 a 10 y el tercero de 11 a 13 (este último solo durante una quincena en el mes de agosto). Según la administración local –y aunque en las bases de la convocatoria para inscribirse no se especifica porque “se dá por feito”– todos admiten a niños con necesidades especiales. Apuntan además desde Ravella que el convenio que se firma con la empresa que los imparte tiene en cuenta ya esa cuestión. Indican que, de hecho, no es la primera vez que se admite a niños con características o necesidades específicas y se adapta la programación del campamento a ellos para que no queden excluidos. Indican que hay monitores formados precisamente para que puedan acceder a estas actividades los pequeños que así lo deseen independientemente de sus necesidades. En las bases de la inscripción, que ya se cerró y ahora se están valorando las solicitudes, no figura porque el Concello ya entiende que debe ser así sin especificar. |