Tráfico en A Coruña

Desde hace años es un auténtico caos sin visos de solución, todo lo contrario, se convierte en un grave problema sin solución alguna, el espacio de aparcamiento público y privado, no es suficiente para el elevado número de vehículos que existen matriculados en el concejo coruñés, a ello hay que añadir, los que residen fuera de dicho municipio y vienen a trabajar a la ciudad ó por asuntos propios, etc.
 

Todo el tráfico se ha vuelto convulso en la ciudad de un tiempo a esta parte, desde la época de la Marea, en que, culminó la obra del Parrote, con el fin del mandato de los populares. Se prohibió circular por la Marina y ahora se pretende ir más lejos, no permitiendo a los vehículos privados, tampoco el circular por los Cantones, cortando todas las vías naturales de acceso, aislando la ciudad desde Linares Rivas, hasta la Ciudad Alta. Quedando en su extremo la amplia barriada de Monte Alto, con un cúmulo de problemas para acceder al lugar, como también lo es, para el vecindario de la Ciudad Alta.
 

No satisfecha la municipalidad con su proyecto de suprimir circulación de vehículos, el proyecto para lograrlo, es todavía más ambicioso. Como, si los vehículos, no pagasen impuestos, que lo hacen y viene a ser uno de los más importantes en recaudación. En lugar de hallar facilidades, el vehículo, se topa con prohibiciones de todo tipo y obstáculos en su devenir diario, causando atascos innecesarios, donde no los había.
 

Numerosas calles de la ciudad se han convertido en peatonales, incluso toda la Ciudad Alta y buena parte de los barrios y sigue la marcha en la misma dirección, en calles de la zona de Monte Alto, Finisterre, Mallos, etc. 
 

Con constantes cambios en los aparcamientos  existentes, anulación de unos y creación de otros, pasando en muchos casos de línea a batería, pero siempre, en número inferior a los que ya existían
Los propietarios de los vehículos, andan con la mosca, tras la oreja, seguro, que en las próximas elecciones, algo tendrán que decir al respecto, los ánimos bajan caldeados y el descontento va creciendo a medida que se suprimen calles de tránsito y aparcamiento.
 

Con las zonas peatonales, nace un problema añadido, la inseguridad de los peatones, al no estar garantizada, cuando por su mismo espacio, circulan bicis eléctricas, patinetes del mismo tipo y todo tipo de artilugios a su rededor, que pueden causar lesiones y accidentes graves al viandante.
 

A todo esto hay que añadir los puntos neurálgicos cortados o en obras desde hace tiempo, como el entorno de San Agustín, más de un año, la Plaza de Lugo, desde el pasado mes de abril, aunque ahora ya está abierto y una glorieta ante la Casa del Mar, que supone eliminar un carril, de momento. Con una obra interminable en Perillo, que se eterniza y colma la paciencia de usuarios.

Tráfico en A Coruña

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