Tuve un feliz sueño

La noche pasada soñé que Feijóo y Sánchez se pusieron de acuerdo para renovar los órganos judiciales tal como establece la Constitución y Bruselas, dado que España es el único país de la UE que incumple la Constitución de 1978 que obliga a renovar los representantes judiciales en plazo, y por ser la columna vertebral de la democracia y la convivencia de los españoles/as, que tenemos que cumplir las leyes, pero mucho más deben dar ejemplo los que tiene el deber de impartir justicia. Llevaban más de tres años sin renovar jugando los partidos al gato y al ratón.


También soñé que se pusieron de acuerdo en política exterior, ley de educación, sanidad y servicios sociales, para que nadie se quede atrás, y han acordado que gane quien gane, dichas leyes no serían cambiadas porque todos los españoles/las tenemos los mismos derechos y para evitar que cada partido gobernante utilice los cambios imponiendo reglas sectarias de partido o grupos de intereses.


También soñé que hicieron una ley de transparencia seria y abierta para evitar que en el presente y futuro no hubiera corrupción.


Acordaron competir entre ellos haciendo la mejor gestión, gastando por orden de prioridades y sin derroches. Que todas las obras se harían por subasta pública, las ofertas en sobres cerrados y lacados, adjudicando al mejor postor en las instalaciones públicas abiertas a la ciudadanía que quiera asistir.


También soñé que se pusieron de acuerdo para modernizar las administraciones públicas del Estado tal como los partidos anunciaron hace años y enmendar la Constitución desfasada en más de 45 años, igual que hicieron los demás países democráticos.


Me hizo muy feliz el acuerdo entre los dos principales partidos porque Feijóo y Sánchez y los Vox y Podemos felicitaron a Sánchez y Feijóo por ponerse de acuerdo en la defensa de los intereses generales, prometieron todos defender el bien común con lealtad luchando sin ponerse zancadillas y sin mentirle a la ciudadanía.


Pero al despertar me encuentro que siguen a peleándose por nimiedades como el nuevo decreto de ahorro energético que no queda más remedio, tal como se está llevando a cabo en toda la UE con más dureza. No importa que días antes Feijóo había propuesto lo mismo. Pero sale la muñeca diabólica, a la sazón presidenta de la Comunidad de Madrid para llevarle la contraria, a Feijóo y a Sánchez y negándose Ayuso a cumplir el decreto. Y claro, ahora el PP tiene que poner pega al decreto para suavizar y disimular la rebeldía de Ayuso. No sólo le quiere marcar el paso a Sánchez, sino también a Feijóo, como antes lo hizo con Casado.


Pero también le apareció algún díscolo compañero de Sánchez, Lambán, presidente de la Comunidad de Aragón, amigo de poner reparos en público a las decisiones de Sánchez, dijo que el decreto debiera ir acompañado de recursos económicos, sin enterarse que se trata de ahorrar no de gastar más. Me da la impresión de que se puso de moda en la nueva clase política perder el tiempo en hacer el mono en salir en los medios de comunicación para decir estupideces y mentiras. Porque en este caso del decreto de ahorro energético no se necesita gastar más, sino de ahorrar. No pasaría eso si se centraran en gestionar bien, y una vez conseguido salir a vender los éxitos en los medios. Sería mejor para los políticos, y para nosotros.



Tuve un feliz sueño

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