ace justo una semana que mis compañeros me eligieron como candidata del Partido Popular a la Alcaldía de Vilagarcía en las elecciones del año que viene y creo que ha llegado el momento de que explique los motivos por los que decidí dar un paso al frente y ponerme a disposición de mi partido y de todos los vilagarcianos para encabezar el proyecto de una Vilagarcía mejor.
Esos motivos se reducen simple y llanamente a uno: el convencimiento de que nuestra ciudad necesita un cambio. Porque cuando paseo por nuestras parroquias, cuando voy a hacer la compra, cuando voy a la peluquería, cuando me para alguien por la calle... Hable con quien hable, lo que noto de un tiempo a esta parte es un sentimiento de hartazgo y crispación que nos envuelve a la gran mayoría.
Que si la ciclovía, que si los atascos, que si la falta de aparcamiento, que si la obra de Arzobispo Lago, que si el dineral que pagamos de IBI, que si la maleza, que si lo mal que están las aceras, que si lo mal que están las playas, que si la soberbia del alcalde y de los concejales... Hable con quien hable, la gran mayoría de Vilagarcía está harta de este gobierno del PSOE.
Porque llevamos ocho años de un gobierno que está poniendo nuestra ciudad patas arriba y que ha trastocado nuestra vida diaria por completo. Aplicando un modelo de ciudad que no solo dificulta la llegada de gente procedente de otros municipios, sino que dificulta el acceso a Vilagarcía de los propios vilagarcianos. Porque Vilagarcía es también Bamio, Castrogudín, Carril, Guillán, Vilaxoán, Cornazo, Rubiáns... Y todos y cada uno de nuestros vecinos, vivan donde vivan, tienen los mismos derechos. De ahí mi convencimiento de que nuestra ciudad necesita un cambio a mejor y mi objetivo de conseguir esa Vilagarcía amiga, limpia y cómoda que necesitamos y que nos merecemos.
Una Vilagarcía donde todos podamos convivir sin hacer diferencias en función del medio de transporte que utilicemos. Donde todos los vecinos disfruten de los mismos servicios vivan donde vivan. Donde las empresas quieran asentarse para generar riqueza y empleo. Donde la gente de la comarca quiera venir a comprar y a consumir. Donde el dinero del contribuyente sea invertido con ‘sentidiño’ y no despilfarrando en cosas que nadie quiere y nadie ha pedido. Una Vilagarcía que vuelva a ocupar el lugar que se merece como capital de O Salnés. En definitiva, una Vilagarcía por y para todos.
Unos objetivos ambiciosos, sin duda. Pero para conseguirlos cuento con el mejor equipo acompañándome y con esa gran mayoría de vilagarcianos que quieren sumarse al cambio y hacerlo posible. A todos ellos y a todos vosotros solo puedo ofreceros trabajo, dedicación, esfuerzo, experiencia, humildad, diálogo, sensatez y sobre todo ganas. Ganas de que Vilagarcía vuelva a ser la ciudad que todos nos merecemos y ganas de que todos los vilagarcianos recuperemos el orgullo de vivir en esta gran ciudad.