El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, impuso ayer a Iker Casillas, portero de la selección española y del Oporto portugués y “uno de los deportistas más laureados y queridos de la historia del deporte español”, la Gran Cruz del Mérito Deportivo, una concesión que al madrileño le servirá de “recuerdo imborrable”. Al acto no faltó la pareja del deportista, Sara Carbonero.