La Guardia Civil de Tráfico detuvo ayer a un vecino de Valga por conducción temeraria tras protagonizar una persecución policial en la carretera AC-305. Según fuentes del Instituto Armado, el conductor estaba privado del carné de conducir y manejaba su vehículo bajo los efectos de estupefacientes. Asimismo, durante la persecución llegó a exhibir un arma, aunque finalmente se comprobó que se trataba de una pistola de balines.
La Guardia Civil detalló que un agente fuera de servicio reconoció al detenido, persona a la que conocía por motivos profesionales y de la que sabía que carecía de permiso de conducción, circulando por la N-550 a la altura de Valga, en sentido contrario, realizando maniobras bruscas y peligrosas.
El conductor ignoró las señales de alto y emprendió la fuga, iniciándose un seguimiento del vehículo por diversas carreteras de la provincia de A Coruña, finalizando en la AC-305. Durante su periplo, el conductor exhibió un arma amenazando a los agentes y realizó maniobras extremadamente temerarias, ocupando ambos carriles de circulación.
Tras ser interceptado a la altura de Padrón, emprendió la huida a pie hasta ser interceptado por los agentes, comprobando que el arma que exhibía era una pistola de aire comprimido que por su apariencia simulaba ser real. La Guardia Civil procedió a la detención de esta persona como presunto autor de tres delitos contra la seguridad vial, conducción temeraria, circular careciendo del permiso de conducción correspondiente por pérdida total del crédito de puntos, conducción bajo los efectos de sustancias estupefacientes (pendiente del resultado del análisis en el laboratorio de referencia) y a la incautación del arma.