Agentes de la Guardia Civil regresaron al lugar en el que aparecieron calcinados los cuerpos de un morañés y una caldense para intentar completar las últimas piezas de un puzzle que todavía no se ha resuelto de forma oficial. De hecho la Subdelegación del Gobierno mantiene de momento un hermetismo prácticamente total y las únicas declaraciones que ha hecho hasta el momento sobre lo sucedido se refieren al tiempo que van a tardar los forenses en identificar a las dos personas que aparecieron junto a un coche calcinado (la mujer, dentro del mismo y el hombre cerca en una cuneta). Según la Subdelegación los resultados de esta identificación tardarán “varios días dado o grado de deterioro en que se atoparon os corpos”.
En todo caso el coche –un Audi negro tipo ranchera y propiedad del hombre– ya fue retirado del lugar y también el cordón policial que mantenía el lugar lejos de los ojos curiosos.
Fuentes oficiales no han confirmado todavía si el suceso es un caso de violencia contra las mujeres, aunque sí se sabe que el hombre tiene condenas previas por violencia machista y que incluso estaba a punto de ingresar en prisión por este tipo de hechos.
La conmoción que se vivió en Campo Lameiro en la mañana del sábado cuando dos senderistas encontraron el coche y los dos cuerpos quemados se trasladó por la tarde a otras localidades cercanas como Caldas y Moraña. Y es que prácticamente desde el primer momento el regidor campolameirano señaló que las dos personas no eran vecinas de su localidad. Más tarde se descubrió que una pareja que vivía en una pequeña vivienda en Moraña (él de esa misma localidad y ella de San Clemente, en Caldas) llevaba días sin dar señales de vida. Ahora en estas localidades siguen conmocionados y a la espera de que fuentes oficiales arrojen luz sobre lo que pudo pasar en el monte de Caneda.