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miércoles | 15 mayo | 2024
La obra de humanización del entorno del río Bermaña, paralizada desde hace cerca de un mes, se ha convertido en la historia de nunca acabar para los vecinos de las inmediaciones del mercado de abastos. El proyecto se adjudicó en junio del año pasado a la empresa Sodein Soluciones Integrales S.L y, según se especificaba en el contrato, la actuación debería estar ejecutada en su totalidad el 30 de abril de este año. Asimismo, el texto indica que la empresa debería justificar la inversión en un plazo de cinco meses desde la finalización, “sen exceder en todo caso o 30 de setembro de 2023”. Una demora que lamentan los vecinos, que se resienten de la suciedad y la incomodidad que genera vivir en una calle continuamente en obras. Desde el Concello reconocen la situación y confían en retomar las actuaciones durante la mañana de hoy.
Los residentes critican también la “mala imagen” de la zona y unos resultados que “no parecen muy satisfactorios”. En este sentido, una de las personas afectadas señala que la calidad de la piedra “no parece” la misma que la del inicio de la actuación y que los encuentros con los edificios están “mal rematados”. Además, un par de farolas aparecieron dobladas —se supone que por algún golpe— y las zonas valladas dificultan la circulación.
Unos detalles que, unidos a las “continuas promesas de acabar”, colman ya la paciencia de algunos de los vecinos, que conviven desde hace más de un año con las obras y con las consecuencias que estas llevan consigo, como la nube de polvo que se generaba con el buen tiempo, en verano, y que, con la llegada de las lluvias, convirtió la zona en un barrizal. De igual modo, lamentan las “continuas interrupciones” de la actividad. De hecho, hace unos meses los afectados hicieron visible su hartazgo con una dura pancarta.
Desde el Concello de Caldas entienden el malestar del vecindario y confirmaban la pasada semana que, “a priori”, “retómanse as obras de maneira decidida” durante la jornada de hoy. En este sentido, el edil de Obras e Infraestruturas, Jacobo Pérez, explicaba que las demoras se deben a una “falta de liquidez” por parte de la empresa, al acometer más proyectos “dos que debía”, por lo que las subcontratas que ejecutaban las actuaciones “non se fiaban dos pagos”.
No obstante, Pérez explica que desde el gobierno local “comprometémonos persoalmente para que as subcontratas sigan traballando vía endosos de facturas” con el objetivo de que se retomen las obras y se pueda concluir un proyecto que para los vecinos ya es el cuento de nunca acabar.
