La mujer de Moraña cuyo cadáver apareció calcinado dentro de un vehículo hace más de dos semanas en Campo Lameiro estaba incluida en el sistema Viogén desde octubre de 2021. Así lo confirmó el subdelegado del Gobierno, Abel Losada, en unas declaraciones en las que pidió disculpas por las palabras que emitió hace tan solo unos días sobre este mismo caso, que tildó de “delicado”. La semana pasada Losada declaraba que “no se puede proteger a quien no quiere ser protegido”, lo que suscitó críticas tanto por parte de partidos políticos como el BNG como desde los colectivos feministas. El subdelegado señala ahora que “elegí mal las palabras, no las convicciones” e indicó que “a veces la víctima no está en condiciones emocionales de decidir lo que le conviene”. El responsable político declaró que “quise decir que la Guardia Civil no dejó nada sin hacer. Y que, de hecho, hizo todo lo posible y más por proteger a Marisol”. En este sentido lamentó que “haya personas que digan que la mujer murió porque no la protegieron”.
Marisol –natural de la parroquia caldense de San Clemente– fue registrada en el sistema Viogén mediante el llamado Protocolo 0. Este es el que incluye a aquellas víctimas que no quieren denunciar. El registro –como confirmó Abel Losada– se produjo a iniciativa de una agente de la Guardia Civil que fue a visitarla al hospital tras la primera paliza que le dio su pareja. “No se creyó las explicaciones y no solo la incluyó en Viogén, sino que le pidió que dejara a su maltratador, que ya tenía una condena anterior”, incidió Losada.
El subdelegado quiso poner en valor el trabajo realizado por la Guardia Civil en este caso advirtiendo que los agentes hicieron unas 150 intervenciones con ella, incluyendo contravigilancias, llamadas y entrevistas personales. “Repito, 150. ¿Se puede decir que no se ha hecho nada por prot4egerla”, declaró.
Manifestó que el hombre –condenado por violencia machista y con orden de alejamiento– fue detenido “reiteradamente” por la Guardia Civil acumulando dos condenas. También añadió que en varias ocasiones fue arrestado por saltarse la orden de alejamiento que tenía sobre ella.
“No me corresponde a mí juzgar si el hombre debería haber ingresado antes en prisión. No voy a opinar sobre resoluciones judiciales. A eso me refería cuando decía que estamos en un Estado garantista. Este subdelegado no envía a nadie a prisión. Y la Guardia Civil tampoco”, recordó.
Tras ensalzar el trabajo del cuerpo habló de la “fortísima dependencia emocional” de la víctima sobre su maltratador y añadió que “a nadie nos corresponde enjuiciarla ni opinar sobre las decisiones que tomó en su vida. El maltrato empieza con el control emocional”.