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jueves | 2 mayo | 2024
Los vecinos del barrio caldense de Campo da Torre aseguran que no pueden dormir debido al ruido que causa cada noche un local de ocio nocturno de la zona. Aunque han sufrido este problema desde hace más de un año, su enfado ha aumentado en los últimos meses, después de que el nuevo arrendatario del establecimiento tomase la decisión de abrir el establecimiento de lunes a domingo, hasta altas horas de la madrugada.
Los residentes de la zona explican que se enfrentan a una triple problemática, los ruidos, la suciedad y la actitud de las personas que se agolpan en las inmediaciones del local: “Hai peleas, ocasionan actos vandálicos, póñense a fornicar no portal...”. Una situación “insostible e horrorosa” por la que ya han interpuesto varias denuncias, la última el pasado martes. Además, los gritos y el jaleo de la gente que se aglomera en la calle perturban el descanso de los vecinos, según explica una de las afectadas, ya que el interior del local se queda escaso. Una circunstancia que se repite “de luns a domingo ata, como mínimo, as catro da mañá”: “A xente maior toma pastillas para poder durmir, eu poño tapóns e nin así”.
Desde el Concello aclaran que, ante las quejas vecinales por esta circunstancia, se están llevando a cabo las “investigacións pertinentes para que cumpra dentro da legalidade o ruido que emite o propio establecemento”. Asimismo, reconocen que hay alguna sanción por incumplimiento de horarios y sostienen que se están tramitando “os procedementos que marca a lei”. No obstante, desde el gobierno local entienden que “non vai todo tan rápido como queren os veciños, pero nós non podemos saltarnos a legalidade”.
De igual modo, el ejecutivo explica que el establecimiento cuenta con una licencia de café-teatro concedida “fai un montón de anos conforme a lei vixente naquel momento” y, pese a que “seguramente hoxe en día non cumpriría os requisitos”, el Ayuntamiento no tiene capacidad para quitar una licencia otorgada legalmente.
De todos modos, el portavoz del gobierno local, Jacobo Pérez, añade que “a Policía está facendo un seguemento” de la causa, aunque explica que, “aínda que as queixas son xustificadas”, en algunas ocasiones no se puede achacar la culpa al local, ya que el ruido procede de la gente que se encuentra fuera del establecimiento. Además, subraya que desde el ejecutivo “estamos traballando” por atender a los vecinos y resalta que se ofrece toda la información al respecto a los afectados “acotío”.
Por otra parta, los vecinos lamentan que la Policía Local de Caldas no cuente con sonómetros para medir los decibelios cuando hay quejas por ruido procedentes del local (o cualquier otra circunstancia). Una carencia que también se explica por la necesidad de que exista un agente con la formación específica para utilizarlo de manera que los resultados estén homologados y no se puedan recurrir judicialmente.
Una “curiosísima” situación, según explica otro de los denunciantes, ya que desde el Concello le indicaron la dificultad de contratar a una empresa externa para realizar la medición, ya que no trabajan en horario nocturno durante los fines de semana. Una secuencia de factores que impiden —según critican— que se puedan realizar las correctas inspecciones por ruido, por lo que complica incoar sanciones por esta circunstancia.
