La Xunta de Goberno Local aprobó recientemente el proyecto para la reforma de la Rúa Esperanza de Carril, una de las demandas vecinales que surgió durante el encuentro con las asociaciones que mantuvo el ejecutivo. Es una reivindicación ya desde hace años, debido al mal estado del pavimento, que deriva en una actuación ambiciosa que sigue "o noso modelo de cidade", en la que las zonas verdes se impondrán a los coches y los peatones tendrán prioridad.
Teniendo en cuenta que se trata de una calle enmarcada en el casco histórico carrilexo, dará continuidad a la estética de las aledañas, como la Rúa do Carme. El alcalde, Alberto Varela, y la concejala de Urbanismo, Paola María, presentaron una actuación en la que se prevé un presupuesto de 416.855, 51 euros y un plazo de ejecución de cuatro meses.
El granito será, por tanto, el pavimento de la cobertura final de la calle. Ahora mismo se encuentra ne mal estado, debido precisamente al mal estado de las canalizaciones. "Actuar nas tripas é o máis importante", incidió la edil de Urbanismo, que explicó que ahora pluviales, fecales y abastecimiento están en una misma red y que se separarán. También se cambiará el alumbrado.
"O alumeado que está nas fachadas contará con farois novos e tamén se porá algún na calzada", apuntó Paola María. Una parte en la que aparcan habitualmente tres vehículos se convertirá en una zona verde, siguiendo la regla 3-30-300, es decir: ver tres árboles desde la ventana, tener un jardín a menos de 300 metros y vivir en un área con, al menos, un 30% de arbolado. Será, además, un punto de encuentro. "Á xente lle gusta facer vida veciñal", explicó María Mochales. En esta zona se plantarán árboles y se pondrá una barandilla, ya que está a diferente cota, para que no haya problemas de accesibilidad.
Se trata, destacó el alcalde, "dun dos maiores investimentos deste mandato", inmerso en un "modelo moi equilibrado que se estende por toda a cidade" y que recoge el sentir de otras obras que se pusieron en marcha en espacios en los que "antes había asfalto e coche" y ahora "son espazos cheos de vida" con "rapaces xogando". En este sentido, y en respuesta a las críticas que el ejecutivo suele recibir en cuanto al estado del rural, Varela señala que "dato mata relato" y destacó otras inversiones que se hicieron en Carril, como el albergue, pero también en otras zonas, como la de Bouza de Abaixo. En este sentido, Varela incidió en la relevancia del concejal de Relacións Veciñais, José María González, para abordar las prioridades en cada lugar.
El siguiente paso será la búsqueda de financiación, ya sea con fondos propios o con aportaciones de otras administraciones. El proyecto fue redactado con una subvención del Plan Ágora. El ejecutivo se reunió con O Gato Negro y la Asociación de Veciños de Carril para transmitirles que la actuación se pondrá en marcha en el año 2026.