Cuando la calle se convierte en un vertedero

Cuando la calle se convierte en un vertedero
Las bolsas de basura las tiran en la calle | mónica ferreirós

Prácticamente todos los días la zona de obras de la calle Arzobispo Lago amanece con montones de bolsas de basura en el lugar en el que hasta no hace mucho estaban los contenedores. Los trabajos de humanización llevaron al Concello a trasladar los colectores de esta céntrica calle y también de Conde Vallellano a la Avenida da Mariña y a juzgar por las imágenes que puede ver cualquiera que pasea por este vial pegado a la Praza de Galicia hay vecinos a los que no les ha quedado claro donde deben depositar sus residuos. La porquería se acumula –con el pestilente olor como fiel amigo– en la calle y las bolsas se convierten en un elemento de juego y diversión para las gaviotas que contribuyen con sus picoteos a esparcir los restos fuera de las bolsas. Todo sumado a que es una zona de gran tránsito en el centro de la ciudad la imagen que se da es muy mala tanto para los vecinos –que sufren estos comportamientos incívicos– como para los numerosos visitantes que se acercan a Vilagarcía.


En principio las obras todavía se prolongarán unos meses más, dado que el proyecto contempla la humanización integral de este céntrico vial que une la calle Alexandre Bóveda con Conde Vallellano, que próximamente también será peatonalizada. La acumulación de bolsas de basura justo en el espacio que antes tenía contenedores no es algo puntual, dado que desde que estos se retiraron se han detectado este tipo de comportamientos prácticamente todos los días. Los contenedores más próximos son en la Avenida da Mariña y en Alexandre Bóveda. 

Cuando la calle se convierte en un vertedero

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