La falta de una gasolinera en Vilagarcía obliga a los titulares de embarcaciones recreativas pero también bateeiras, entre otras, a repostar en Vilanova. Ocurre desde hace unos meses, cuando cerró el depósito que había en Vilaxoán, pero los usuarios del muelle deportivo lamentan que no haya este servicio en la propia rada.
 

Señalan que se trata de un servicio con numerosos potenciales, con una ubicación que deja a los turistas que llegan en barco en pleno centro del municipio, pero creen necesarias una serie de mejoras.
 

La primera es la falta de gasolinera, que creen que debería estar en Vilagarcía. La que había en Vilaxoán la gestionaba la misma empresa que la de Vilanova, a donde ahora se tienen que desplazar. Desde la propia Autoridad Portuaria confirman que desearían “volver a disponer de este servicio, pero corresponde a la iniciativa privada ofertarla y, hasta la fecha, no ha habido solicitudes para hacerse cargo del mismo”.
 

Los usuarios del muelle deportivo ya no es la primera vez que se quejan de esta cuestión. Hace una década, fue la propia concesionaria del muelle,  Marina Vilagarcía, la que dijo que estudiaría la viabilidad de gestionar la gasolinera para dar “servicio” y no por “rentabilidad”, pero la situación sigue igual y empeoró con el cierre de la de Vilaxoán.
 

Por otra parte, los usuarios consideran que también serían necesarias otras mejoras en los pantalanes, ya que aseguran que varias de las tablas se mueven y son peligrosas para las personas que van hacia su barco o regresan de él, hasta el punto de que ya se ha producido algún que otro accidente, aunque no de carácter grave.
 

Otro punto que genera quejas no tiene que ver, en realidad, con la concesión. Se trata de la recogida de basura, ya que los contenedores se desplazaron a la Avenida Rivero de Aguilar. Recuerdan desde el Puerto que esta es una decisión que toma el Concello, aunque apuntan que los nuevos colectores están “a escasa distancia de su anterior emplazamiento” y que la medida está justificada por el “impacto visual” de esas instalaciones en una “zona privilegiada por su ubicación y características”.
 

Una zona en transformación

La falta de lugar donde deshacerse de las aguas negras es otra de las quejas. Desde la entidad que preside José Manuel Tourís instan a los usuarios que tengan reclamaciones a hacérselas llegar de forma directa, para así trasladárselas al titular de la concesión del puerto deportivo.

Precisamente se trata de una zona que está a punto de experimentar una transformación importante, con la construcción de la estación de recepción a peregrinos náuticos, que se encuentra en licitación, pero también con las obras ya en marcha en O Ramal, a escasos metros.