Nuevo giro con respecto al cuartel de la Guardia Civil de San Roque, unas instalaciones que llevan años en declive y que padecen de graves problemas estructurales que requieren de una reforma. Una obra que estaba en marcha en la década de 2010, pero que después desapareció de las intenciones de los diferentes Gobiernos que pasaron por Moncloa. En 2019 se despejó la duda, o al menos eso parecía: El Ministerio de Interior anunciaba que Vilagarcía perdería el Cuartel y que se unificaría con el de Cambados. El anuncio, que causó malestar en el gobierno local socialista, generó entonces una serie de reacciones desde Subdelegación del Gobierno, tratando de mitigar lo establecido en el Plan de Infraestructuras para la Seguridad del Estado.
Fue así como el ejecutivo municipal del también socialista Alberto Varela arrancaba a sus compañeros de partido en Madrid una especie de compromiso para que la Guardia Civil y Vilagarcía siguiesen teniendo un vínculo futuro. Comenzó entonces a anunciarse, primero, que el cuerpo seguiría aquí mediante los servicios de Inspección Fronteriza y Aduanas, ambos ubicados en el Puesto del Puerto, donde llegó a buscarse espacio para una nueva sede sin que, al menos por el momento, se hayan dado novedades al respecto.
Lo cierto es que, a día de hoy, y con el Cuartel de Cambados todavía sin licitar, por otra serie de giros, las instalaciones de San Roque, ya decrépitas en 2010 cuando se hablaba de la reforma, están en una situación lamentable. De la sede del Puerto nada se supo y las funciones de la Guardia Civil en Vilagarcía, que al ser ciudad tiene la seguridad ciudadana en manos de la Policía Nacional, están cada vez más limitadas a la actividad marítimo-portuaria. Una condición que se acrecentó con la supresión del puesto en favor de Vilanova, lo cual desde el punto de vista estratégico es bastante sensato, teniendo en cuenta que es un cuerpo orientado al rural.
Por ello, sorprende todavía más la respuesta dada por la Dirección General de la Guardia Civil sobre los planes con respecto al cuartel de San Roque. Unas instalaciones que están también dotadas de viviendas, donde residen una decena de agentes. En 2024, Alberto Varela anunció que su intención era convertir el edificio de San Roque, una vez remodelado, en un parque de vivienda pública, con prioridad para los jóvenes y permitiendo que los funcionarios adscritos al cuerpo mantuviesen su residencia, en caso de que así lo prefiriesen. Sin embargo, por el momento los planes tendrán que esperar.
“El acuartelamiento de Vilagarcía se mantiene actualmente como sede de diversas unidades de la Guardia Civil”, señalan desde la Dirección General, por lo que a día d ehoy “el inmueble sigue siendo de interés operativo y logístico”. Lo que no aclaran desde la institución es si, mientras se mantiene dicha funcionalidad de San Roque, se van a poner en marcha al menos alguna pequeña reforma para garantizar su habitabilidad.
Todo parece indicar que, en realidad, son los imprevistos en la obra de Cambados los que retrasan el cierre definitivo de las instalaciones de San Roque. Con respecto a los planes para la villa albariña, desde el Ministerio de Interior incidieron en que la licitación está pendiente del visto bueno de la Dirección Xeral de Patrimonio, dependiente de la Consellería de Cultura de la Xunta de Galicia, a un proyecto modificado. Todo parece indicar que este trámite ya estaría listo, por lo que no faltará mucho para su salida a contratación en la plataforma