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miércoles | 24 abril | 2024
Las mariscadoras de Carril están acostumbradas a lidiar con frecuentes mantos de algas en sus concesiones, pero la cantidad y espesura de estos días ha sido lo nunca visto en un mes de diciembre.. El principal problema ha sido que el temporal que las acumuló en la playa no duró lo suficiente para que la naturaleza hiciera su trabajo y volvieran a dispersarse en el mar, así que la semana pasada tuvieron que remangarse como siempre, pero para quitar algas, no marisco. En dos jornadas retiraron unas 180 toneladas.
Un cálculo realizado multiplicando las 20 veces que se llenó el camión con capacidad para 9.000 kilos que les prestó el Concello. Así se lo trasladaron al presidente de la agrupación de marisqueo a pie, Rolando Vidal, quien agradeció la colaboración de la administración local porque el segundo día hasta envió una gran excavadora para realizar el trabajo con la mayor rapidez posible, y era urgente. El espesor de la algas podía asfixiar el marisco a las puertas de la campaña de Navidad o dañarlo si las trabajadoras intentaran extraerlo en medio de este “esterco”, como le llaman, aunque su presencia ya de por sí les impide faenar.
Para evitar perjuicios en los bancos y el espacio natural, las mariscadoras primero levantaron a mano los mantos hacia la parte superior del arenal y allí la máquina se dedicaba a recolectarlos con la pala.
Fueron, en definitiva, unas jornadas intensas de trabajo y, a falta de una evaluación que harán esta semana, el presidente cree que han podido ponerlo a salvo sus recursos, aunque está por determinar si ya podrán volver a faenar con normalidad. De hecho, no las tienen todas consigo. Ayer ya se vislumbraban nuevas y grandes cantidades de algas flotando en el agua y montañas de ellas en zonas de la orilla, aunque de momento fuera de las concesiones de extracción de marisco. El problema está en que con las mareas pueden acabar en los bancos.
Se trata de una cuestión preocupante para la agrupación pues estamos a las puertas de la Navidad, el momento de mayor número de ventas y esto puede acabar afectando de varias formas. Por un lado el posible daño a la producción y por otro el impedimento de faenar.
La semana pasada ya tuvieron que anular el cupo de berberecho y solo extrajeron algunas cantidades de almeja, con lo cual estas limpiezas les han restado días de trabajo remunerado pues, lejos de lo que muchos piensan, las agrupaciones van más allá de la explotación. Durante el año realizan tareas como estas, de resiembra, vigilancias...
Esta no es una cuestión nueva para las mariscadoras, pero estos días reconocían que nunca se habían enfrentado a semejante cantidad de algas en el mes de diciembre.
