De Olmedo a Ventos, la sonrisa detrás del mostrador se jubila

Vicente Abalo Ríos, el fundador de negocios de moda masculina como Tito´s en Ramón y Cajal y Ventos en la Praza de Galicia se jubila. Su carrera en el mundo textil empezó con 16 años en Almacenes Olmedo y fue en 1984 cuando cumplió su sueño de emprender
De Olmedo a Ventos, la sonrisa detrás del mostrador se jubila
Vicente Abalo Ríos deja mañana su tienda Ventos, cuyas riendas cogerá su empleada en el mes de septiembre. Él se jubila con 74 años | MÓNICA FERREIRÓS

Vicente Abalo Ríos – o Tito, como lo conoce todo el mundo– se ha pasado prácticamente toda su vida detrás de un mostrador. A los 16 años empezó de dependiente en los Almacenes Olmedo. Lo que él mismo califica como “El Corte Inglés da época, donde se vendía de todo”. Fue su estreno en el contacto directo con el público, el tú a tú con clientes exigentes que confiaban en el que le vendía para vestir. No fue, no obstante, su primer coqueteo con el mundo de la moda. “Miña nai era modista. Eu fun o primeiro que me dediquei ao gremio da venta do textil, pero realmente a costura na miña vida sempre estivo aí”.


Tito sigue desprendiendo la ilusión en los ojos al recordar cuando decidió irse de Olmedo para montar su propio negocio en la ciudad. “Foi en outubro do 1984. Eu quería montarme por min, era a miña ilusión. A miña é a da maioría dos empregados que había nos almacéns, que eran 16. A maioría montaron tenda”. Fue ahí cuando, en octubre de 1984 nacía en un local de Ramón y Cajal 10 el comercio Tito´s. 


“Pedín os cartos e lanceime. Apostei por un escaparate moi luminoso e, sobre todo, atractivo”, recuerda Vicente. Además señala que “naquel entonces a moda que se podía comprar en Vilagarcía era tradicional e eu deille un xiro. Quixen traer cousas que non había, como por exemplo a moda oversize. Pensamos que é cousa de agora, pero non, daquela foi un boom”.


Vicente estuvo primero solo al frente del negocio, pero pronto cogió un empleado que todavía lo acompaña hasta ahora, en Ventos. Esta fue la segunda tienda que abrió –también dedicada a la moda masculina– ya en plena Praza de Galicia. “Eu sempre quixen apostar pola calidade. Sabía que era a forma de diferenciarme”, apunta. Por la calidad en el producto y –reconoce–también con el indispensable trato directo con el público. “Sabes o que é que veñan aquí e che digan: vísteme? É unha confianza total coa clientela que xa pasa a formar parte un pouco como da túa familia”, recuerda.


Todo el proceso lo controlaba él. “Primeiro viñan os viaxantes aquí, a ofrecerche as cousas. Eu sempre apostaba polo novo, polos pantalóns de moitas pinzas diante. Algo que rompese”. Más tarde la fórmula cambió y “viaxabamos xa a Barcelona, Madrid ou Florencia para elixir o que queriamos”.


¿La clave del éxito después de tantos años? “Pois insisto, a calidade e a atención. Se cheguei aquí é porque algo faría ben, non?”. Y el riesgo. “Eu quería as novidades. O que viña de moda eu xa o tiña”.


Con 74 años y después de haber recibido premios por su trayectoria empresarial Vicente Abalo ha decidido retirarse. “Vai sendo hora non?”. Eso sí, Ventos tendrá continuidad porque su empleada, Belén, será la encargada de coger las riendas a partir de septiembre. Él bajará la puerta por última vez mañana sábado. Eso sí, con nostalgia. Reconoce que “botarei moito de menos o trato coa clientela, está claro”. Eso sí, advierte que pasará igualmente a saludar desde la tranquilidad de la jubilación. 

De Olmedo a Ventos, la sonrisa detrás del mostrador se jubila

Te puede interesar