La Policía Nacional pone coto a los malos comportamientos en el deporte base

La Policía Nacional pone coto a los malos comportamientos en el deporte base
Agentes del Cuerpo de seguridad asisten a un encuentro disputado en el Estadio Municipal A Lomba | cedida

Durante los últimos años, las redes sociales se han llenado de imágenes desagradables que mostraban la mala actitud y comportamiento de padres que, en competiciones deportivas, abochornaban hasta a sus propios hijos. Es por estas actuaciones por lo que el cuerpo de la Policía Nacional ha puesto en marcha en Vilagarcía una nueva campaña de concienciación y de comunicación fluida con los clubes federados de la zona para la prevención de este tipo de problemáticas en las categorías inferiores.

Según informa el inspector jefe Luis Francisco Hombreiro Noriega, Vilagarcía en concreto no presenta esta problemática, pero el trabajo de los cuerpos de seguridad “es también el de prevenir”. Así, desde el Área de Participación Ciudadana de la capital arousana surge la iniciativa “El deporte nos une a tod@s” como parte de la reestructuración de los servicios del Cuerpo de policías con la llegada de Hombreiro.

El inspector jefe recalca, en este sentido, que se busca así “una policía cercana y no reactiva” que esté más unida con la ciudad y con los vilagarcianos.

Para ello, se puso en contacto con diferentes clubes y asociaciones de diferentes deportes, como son el fútbol, el baloncesto o el rugby, que no dudaron en colaborar “sin fisuras” con la Policía Nacional. En total se trata de diez equipos del concello con los que se mantiene una comunicación fluida desde la Comisaría.

Esta iniciativa se desarrolla así en tres pasos, en los que la máxima es el contacto continuo entre el club y los agentes. En primera instancia los equipos deben indicar a los padres, madres, técnicos y deportistas que no se admiten actitudes violentas, radicales, racistas, xenófobas, intolerantes, homófobas, discriminatorias o que atenten contra la libertad individual, presentando una “tolerancia cero” ante estas circunstancias. Así, como relata Hombreiro, se presentan los valores deportivos que siempre han imperado tradicionalmente y que “favorecen a la convivencia en concordia en la sociedad”.

En el segundo paso, dentro de ese contacto fluido que se pide con los clubes, se insta a los equipos a que divulguen cualquier información relevante para la detección temprana de actitudes violentas en el deporte. Como parte de esta comunicación, todos los meses se mantiene una reu­nión o llamada entre los equipos y la Policía Nacional. Asimismo, los agentes harán acto de presencia, uniformada o no, en algunos partidos de estas formaciones, así como lo hacen en otras competiciones profesionales, como es el caso del pasado torneo del EncestaRías en Fontecarmoa.

Una vez que esa información llegue al Cuerpo, los agentes se desplazarán para hablar con los implicados y tratar de resolver la “desagradable” situación “sin montar escándalos”. En el caso de que no se consiguiera solucionar la problemática con el diálogo, la Policía Nacional tendría que llegar a la acción reactiva y sancionar a los infractores conforme dicta la Ley de violencia contra el deporte, aunque para Hombreiro “significaría el fracaso de la mediación y de la institución”.

Asimismo, el inspector jefe aseguró la importancia de estas medidas para “fomentar entre todos la necesidad, como colectivo y sociedad, de que esto nos afecta a todos”, con el objetivo primordial de garantizar el desarrollo de los acontecimientos deportivos y prevenir las imágenes dañinas.



Un proyecto continuista



Hombreiro se retrotrae hasta enero para explicar la idea del desarrollo de esta iniciativa, con la que espera seguir avanzando en las siguientes temporadas, con clubes de otras disciplinas deportivas, como por ejemplo el atletismo, si bien destaca los grandes valores que atesora.

Desde la Policía Nacional se resalta que esta tarea de prevención es fundamental porque “todo lo que se detecta desde abajo no llega arriba” por lo que priman estas categorías inferiores, como es el caso, por ejemplo, de los benjamines. Es por ello que es necesario trabajar “en todas las etapas educativas” para formar una sociedad con “valores idóneos” y que impere la “concordia”.


Hombreiro también recuerda que esta campaña no solo busca evitar malos comportamientos de los padres, sino también “entre los chavales”, como prevenir situaciones de bullying o acoso, y con los técnicos. 

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