Ravella fía su apuesta por el compostaje al contenedor marrón y al reparto de depósitos individuales en el rural

Presionados por los dictámenes europeos y con la Diputación de Pontevedra y su Plan Revitaliza activo desde hace ya años el compostaje continúa siendo una asignatura pendiente para la mayoría de los concellos de la Ría de Arousa. En 2022 no se han cumplido los porcentajes exigidos en prácticamente ningún municipio de O Salnés, pero sí es cierto que la mayoría han incrementado en los últimos meses la presencia de composteros colectivos en puntos estratégicos de sus zonas urbanas para motivar a los vecinos a utilizarlos. Vilagarcía es -pese a su población- la localidad en la que menos ha triunfado este modelo de reciclaje de materia orgánica. A día de hoy solo funcionan en la capital arousana dos composteros colectivos (ambos en O Piñeiriño). Los mejores resultados se están obteniendo en la línea que hay en la calle Emilia Pardo Bazán, aunque desde las jornadas informativas que se realizaron en el parque del barrio también se mejoraron las cifras en ese punto. Sobre el compostaje comunitario el Concello intentó en su día -sin éxito- promover otro en el entorno del parque de A Coca, pero la oposición vecinal frenó cualquier nueva iniciativa en este sentido en cualquier punto de la ciudad. Ahora desde la administración local –conocido ya el pliego del contrato de la basura– indican que se apostará firmemente por los contenedores marrones que se sumarán a los que ya existen de separación de residuos. En estos se depositará la materia orgánica, que se enviará directamente a una planta de compost. De ahí que el nuevo contrato de la basura –entienden desde el Concello– “potenciará a compostaxe a través desta modalidade”.

En todo caso la colocación inicial de estos contenedores marrones a través de un plan piloto se complementará con otras iniciativas municipales que llevará a cabo directamente el Concello. Una de ellas será el desarrollo de una campaña de divulgación y de promoción de compostaje doméstico destinado sobre todo al rural. Hasta el momento y a lo largo de todos estos años solo se han repartido en la capital arousana 150 depósitos individuales, de los cuales hay en funcionamiento alrededor de un centenar. Los dos maestros composteros contratados por la administración local son los encargados de hacer a los receptores un seguimiento telefónico y la intención es también realizar una ronda de visitas para continuar con la supervisión presencial en cada domicilio con el objetivo de comprobar si sigue bien el proceso.

Vilagarcía va a la cola de la comarca en compostaje comunitario con solo dos líneas activas en O Piñeiriño 

A este centenar de composteros individuales –y a la espera de conseguir los fondos para tal finalidad a través de una subvención– se sumarán otros 1.000. La previsión, dicen desde la administración local, es que esta campaña pueda estar ya activa a principios del año que viene.

A mayores está prevista la implantación de un sistema de compostaje comunitario –similar a los existentes en el barrio de O Piñeiriño– en el entorno de la Praza de Abastos. Para financiarlo se recurrirá a los fondos Next Generation.

Cabe destacar que otras localidades próximas como Cambados apostaron en el último año por los composteros comunitarios con un gran éxito de participación, algo que también ocurre en otras localidades como la de O Grove o la de Valga.